Pasar al contenido principal
CERRAR

Creole, el idioma ancestral de San Andrés y un debate sobre quienes pueden aprenderlo

En la isla existen varias instituciones educativas, como el Liceo del Caribe, que enseñan creole a sus alumnos.
Daniel Newball

Un intenso debate se ha abierto en la isla de San Andrés sobre el aprendizaje y transmisión del idioma creole entre los isleños y quienes provienen de otras partes del país luego de la apertura de cursos para funcionarios y personas en general que, de acuerdo a los detractores de esta iniciativa, se trataría de una estrategia para remover de puestos de trabajo oficiales a isleños nativos raizales.

Pese a que el Gobernador Everth Hawkins ha negado esta versión, activistas y líderes raizales han expresado su rechazo rotundo a este proceso de formación por lo que consideran un atentado contra la tradición oral y escrita del pueblo ancestral.

La ley es clara y establece que las personas que no son de la etnia raizal no pueden aprender el creole, solamente personas que pertenecen a la etnia raizal pueden aprender a comunicarse a través del creole.

“De poder realizar este tipo de cursos, estas deben ser previamente consultadas con el pueblo raizal, de lo contrario estarán cometiendo una violación flagrante a la norma”, afirmó Ofelia Livingston de Barker, activista raizal quien expresó su voz de protesta frente a un curso que se veía dictando en las instalaciones del First Baptist School.


Puedes escuchar: En Nuestra Lengua Creole


De hecho, y en eventos que fueron revelados en un video que se hizo viral en redes sociales, un grupo de activistas interrumpieron un curso que se venía dictando del idioma a un grupo numeroso de personas, entre los que incluso habían raizales.

Las reacciones no se hicieron esperar. Para el exparlamentario Julio Gallardo Archbold, autor de la ley 47 de 1993 que reglamenta que los funcionarios que atienden público deben saber manejar el idioma inglés y creole, manifiesta que para los isleños es importante que desde las escuelas y los colegios se enseñe el idioma ancestral como un mecanismo de conservación de la tradición isleña.

“La norma se creó precisamente porque muchos isleños acudían a las oficinas públicas y se quejaban de que no lo hacían en su idioma ancestral, motivo por el cual se les dificultaba poder entender las instrucciones que se les daba en idioma español”, afirma Gallardo Archbold.

Por su parte, para Livingston de Barker “existe la Ley 1381, o ley de lenguas, que ordena de manera explícita que solo las personas pertenecientes al grupo étnico son los que tienen derecho a aprender a hablar el idioma étnico.

“Usted no puede llegar al grupo palenquero o de la etnia indígena wayuu a aprender el idioma a no ser que ellos lo permitan, a ese proceso se debió hacer una consulta previa para poder trabajar y no inventarse este mecanismo que no obedece al fallo establecido por el tribunal que ordenó que las personas hablaran y supieran el idioma y no que pudieran laborar con un certificado de curso de cuarenta horas”, manifestó la activista raizal.

El Tribunal Contencioso Administrativo de San Andrés y Providencia ordenó al Departamento Archipiélago que convoque al Comité Lingüístico a fin de que esta instancia de asesoría determine los elementos estructurales de la prueba a realizar, de manera que en el plazo máximo de dos meses se proceda a aplicar el instrumento de evaluación que se ha establecido a quienes deban acreditar dominio del idioma creole, para el desempeño de funciones públicas.

No obstante, se ha podido detectar que desde ese comité lingüístico se han venido otorgando certificados de cursos que son dictados por la Gobernación por espacio de 40 horas que han venido generando malestar.

Ya en la isla existen varias instituciones educativas, como el Liceo del Caribe, que enseñan creole a sus alumnos, aprendizaje que ha sido bien recibido por los alumnos y el cual cada año es celebrado en la semana de la emancipación del pueblo raizal, celebración que se realiza la primera semana del mes de agosto.


Te puede interesar: 


Para Denis Molina, isleña, aprender creole desde niña para ella “fue una forma de poder introducirme e integrarme a la cultura isleña y hoy en día me siento más isleña que nunca”.

Aunque el debate continúa, isleños raizales y residentes en lugar de cruzar ofensas buscan entre si la forma de integrarse aprendiendo de cada uno algo diferente sin desconocer que un curso de cuarenta horas es el primer paso para poder aprender el idioma ancestral del archipiélago.

Artículos Player