‘El país de las aves’, el documental que rinde tributo a la biodiversidad y a la ciencia en Colombia
Esta pieza audiovisual constituye un instrumento de gran valor para el estudio y la divulgación científica de la enorme riqueza en avifauna que posee el país.
Chiroxiphia lancelata - Foto: Sebastián Di Domenico / Hacienda El Triunfo
Yaneth Jiménez Mayorga
Inspirados en el gran tesoro natural en diversidad de aves que tiene Colombia y en las expediciones que realizaron hace más 100 años ornitólogos del Museo Americano de Historia Natural, un grupo de expedicionarios colombianos recorre senderos y caminos del territorio nacional realizando muestreos de aves para entender sus transformaciones en el tiempo, identificando cambios en su diversidad, población y conservación en el último siglo, un trabajo que queda bellamente plasmado en la producción audiovisual ‘El país de las Aves’.
El documental de casi 15 minutos, dirigido por el biólogo, fotógrafo y documentalista colombiano Federico Pardo, narra los hallazgos de los investigadores nacionales al recorrer los mismos sitios históricos que hace 110 años transitó el naturalista y ornitólogo norteamericano Frank Champan con un grupo de científicos, quienes durante cinco años estudiaron la diversidad de aves del país.
“Nosotros iniciamos Reexpedición Colombia, como hemos llamado a la investigación, con el objetivo principal de volver a esos lugares y ver cómo han cambiado los grupos de aves que habitan allí y su relación con los cambios en el paisaje para contar una historia desde el punto de vista científico, de científicos colombianos”, señala Daniel Cadena, profesor del departamento de Ciencias Biológicas y decano de Ciencias de la Universidad de los Andes e integrante del equipo investigador.
Así, escogieron cinco sitios donde consideraban que la historia social y la transformación del paisaje habían influido en esos cambios. “Empezamos en Fusagasugá, Cundinamarca; seguimos en Honda, Tolima, desde donde hicimos expediciones satélites a Fresno en el mismo departamento y a Guaduas en Cundinamarca; San Agustín, Huila; Morelia y Florencia, Caquetá y la que próximamente realizaremos a Barbacoas, en Nariño”, agrega Cadena.
Una parte muy bonita del proyecto, añade, está asociada a las comunidades. “Queremos capacitarlos en torno a las aves y sobre el monitoreo de fauna, con miras a que sean ellos mismos los que hagan estudios a futuro, que se apropien del valor de las aves en su territorio. Y lo otro, es dejar algo tangible a las comunidades para que puedan generar oportunidades en la región, aprovechando la enorme biodiversidad de aves, y que Colombia es uno de los destinos más apetecidos para el aviturismo. Queremos diseñar una ruta liderada por operadores locales, tener una especie de turismo científico que involucre biología, historia, ciencia y cambio de paisaje”.
Valor incalculable
Para Camila Gómez Montes, investigadora del Instituto Humboldt, e integrante del equipo, este tipo de trabajos tienen especial relevancia pues evidencian las transformaciones que están causando las personas en el ambiente, en la fauna, en la flora, en el funcionamiento de los ecosistemas, y cómo eso influye en el propio bienestar de las personas.
En Colombia, explica la investigadora, no es frecuente que se hagan monitoreos de aves, por lo que no es fácil determinar qué ha pasado ni cómo el ser humano ha afectado la biodiversidad en este tiempo.
“Es muy diferente tener datos de hace 100 años y ver exactamente qué es lo que pasa cuando un paisaje se fragmenta, cuando se transforman las áreas de cultivo, o se reemplazan áreas de vegetación nativa por otro tipo de usos. Si queremos adaptarnos a los cambios que produce la humanidad en el planeta tenemos que entender lo que esos cambios producen; y esta es una oportunidad única para entenderlo”, apunta.
El volver a recorrer parte de los mismos sitios de la expedición liderada por Chapman y analizar, ahora con metodologías modernas y datos de alta calidad, va a servir, dice Camila Montes, para determinar diferencias en composición y abundancia de algunas especies en el paisaje, así como para comparar el estado de salud genético de las poblaciones hace 100 años y las actuales.
15 minutos de gloria
Divulgar ciencia en Colombia no es una tarea sencilla, pues se suele tornar como algo lejano, difícil de entender, aburrido; no obstante propuestas como el documental ‘El país de las aves’, muestran que es posible hacerlo de una manera rigurosa, y a la vez entretenida.
“En la producción del documental tuvimos varios retos, uno, comunicar ciencia a un público general; en este caso particular de la investigación, queríamos resaltar el valor que tienen los especímenes de museo, que son colectados por los investigadores en campo, y llevados a las colecciones de los museos donde se convierten en libros de estudio, ahí hay una dualidad difícil que es cómo mostrar la colecta de las aves, y cómo documentar ese sacrificio en pro de la ciencia y la conservación”, nos cuenta Federico Pardo, director del documental.
Pero esta foto biológica para contrastarla con la que tomó Chapman hace 110 años y eventualmente compararlas con la foto que se puede hacer en 10- 15 años es muy importante; por eso, dice, “queríamos resaltar este proceso de una forma poética, casi como un tributo a las aves, ya que ellas nos brindan una información muy valiosa que nos va a permitir tomar decisiones a futuro para entender, manejar y conservar mejor nuestros ecosistemas”.
Otro desafío, añade Pardo, fue contar estas historias a partir de los pequeños fragmentos que el equipo capturaba en campo para tratar de mostrar todo lo que el proyecto institucional abarca, “pues uno quisiera contar una historia más completa, más profunda, más larga, explorando los personajes, los ecosistemas, los resultados de las investigaciones pero por tiempo y presupuesto debe tratar de consolidar y resumir estos contenidos en cápsulas digeribles que tienen sentido en el documental como un todo”.
Así mismo, comenta, la duración del documental para contar una historia que cumpla con los objetivos de divulgación científica, de contarle al público por qué es importante este proyecto que se hace a nivel científico, académico, social, ambiental y crear algo atractivo visualmente como por ejemplo los retratos de las aves, los vuelos de dron, resaltar el papel de los personajes en la investigación para que cuando la gente lo vea quede enganchado y lo vea de principio a fin.
Alas, cantos y colores
‘El país de las aves’ hace parte del proyecto “Expediciones BIO Alas, cantos y colores”, liderado por el Instituto Humboldt y el Instituto de Ciencias Naturales -ICN- de la Universidad Nacional de Colombia en alianza con la Universidad de los Andes, la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, la Universidad de Cornell y el Museo de Historia Natural de Nueva York con la financiación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Entre sus objetivos, explica la investigadora del Instituto Humboldt, Camila Gómez, “está en documentar esos cambios que han ocurrido en un siglo de transformaciones en las avifaunas de Colombia y entender qué es lo que ocasiona esos cambios y sobre todo cómo podemos hacer para mitigar posibles efectos negativos que tengan las transformaciones como la fragmentación de los bosques, incluso el cambio climático sobre nuestra avifauna”.
De acuerdo con el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Tito José Crissien, este documental y las expediciones BIO no tienen precedente en el país, por lo que son un aporte invaluable, “pues a través de la ciencia y la investigación estamos comparando datos históricos de investigadores extranjeros con los datos que nos ofrecen los científicos colombianos, para entender qué le ha pasado a nuestras aves y a nuestros ecosistemas en este tiempo, información que nos permitirá prevenir futuros impactos sobre nuestra biodiversidad”.