En Caquetá, en la actualidad no se ejecutan iniciativas de conservación de la especie. Sin embargo, en el Cauca, un colectivo liderado por jóvenes implementa una estrategia de sensibilización comunitaria para protegerla.
Con una gran barba y patillas de color rojizo, una cola larga peluda y gris, junto a su familia, el ‘Mico Bonito’ de Caquetá y Cauca (Plecturocebus caquetensis) se mueve entre el bosque amazónico de estos dos departamentos. Esta especie de primate hace parte de las 38 con las que cuenta Colombia, según la Asociación de Primatología Colombiana (APC) y de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), también conforma el grupo de las 25 especies más amenazadas en el mundo.
Aunque fue descubierto en 2010, al poco tiempo el ‘Mico Bonito’ fue categorizado en Peligro Crítico, en la lista roja de la UICN, la principal amenaza es la pérdida de su habitat, pues sus poblaciones se encuentran distribuidas en fragmentos de bosque en el municipio de Piamonte (Cauca) y en siete municipios de Caquetá, siendo este uno de los territorios que durante los últimos años ha registrado la tasa de deforestación más alta en la región. En datos de la APC, en los últimos 10 años Caquetá ha perdido 200 mil hectáreas de bosque.
Además, el biólogo Javier García Villalba, oriundo de Caquetá y quien descubrió el ‘Plecturocebus caquetensis’ junto al primatólogo estadounidense Thomas Defler, asegura que el problema se agudiza teniendo en cuenta que el área en que habita el primate es tan restringida que se estima en 4.029 km2, pero solo el 20% de esta tiene bosques en pie.
De acuerdo con Laura Suárez, bióloga e integrante del colectivo Piamonte Biodiverso, además de ser endémico de esta zona, es decir que no se puede observar en ningún otro lugar en el mundo, el ‘Mico Bonito’ es una especie monógama, que solo tiene crías una vez en el año, siempre y cuando el bosque en el que habita cuente con cierta productividad. “De lo contrario el mico no se reproduce. La búsqueda de recursos es un poco más difícil para ellos. Además, tienen que buscar un hábitat que les provea a sus nuevos hijos otros lugares donde reproducirse” destacó.
Por su parte, Elver Chapal, también biólogo y oriundo de Piamonte, reconoce que la importancia del ‘Plecturocebus caquetensis’ en su territorio y en la Amazonía colombiana, está relacionada con el equilibrio que brinda al ecosistema, pues una de sus funciones es la dispersión de semillas, que su vez aporta a la regeneración natural del bosque. “Además, al ser una especie tan particular, debería ser tomada por las diferentes entidades como objeto valor de conservación, pues es llamativa para estrategias de ecoturismo, senderismo y observación de primates”, indicó.
Aunque no se sabe con exactitud cuál es el estado actual del ‘Mico Bonito’, continúa en la misma categoría de amenaza y la deforestación avanza en la región. Laura Suárez señala que en el país no se han implementado estrategias de conservación de la especie y aunque en Caquetá existe un plan diseñado para su manejo, aún no ha sido ejecutado porque no cuenta con respaldo institucional.
Adicionalmente, la joven investigadora destaca que, pese a que Colombia cuenta con una de las legislaciones ambientales más robustas de Suramérica, se evidencian falencias a la hora de ejecutarla. En cuanto al ‘Mico Bonito’, ve con preocupación que la especie no está incluida dentro de la resolución 1912 de 2017 como especie críticamente amenazada del país, lo que radica en que no se priorice por parte de las instituciones o en los recursos económicos que se delegan para la conservación de la biodiversidad en el país.
Educación ambiental para proteger el ‘Mico Bonito’
Piamonte Biodiverso es un colectivo creado desde el 2015, como una iniciativa de dos jóvenes de este territorio de la denominada “Bota caucana”, Gerlando Delgado y Alexis Rúiz, al que se han sumado otros investigadores sociales y ambientales como Laura Suárez, Johana Villota, María Angélica Contreras y Elver Chapal, entre otras cerca de 20 personas de la comunidad local de Piamonte: niños, niñas, jóvenes y adultos de la zona.
Los objetivos de Piamonte Biodiverso están orientados a conocer la diversidad de fauna y flora del territorio, divulgar el conocimiento y trabajar de manera articulada con las comunidades locales para generar estrategias de conservación y sostenibilidad, así como promover el turismo ecológico.
En este sentido, desde 2019 el colectivo liderado por jóvenes viene trabajando en la generación de un proyecto de conservación del ‘Plecturocebus caquetensis’ en Piamonte (Cauca). Por iniciativa propia, con asesoría de otros profesionales de la biología, formularon una propuesta que fue ganadora de una beca de la American Society of Primatology y de National Geographic, lo que les permitió en 2021 iniciar talleres de pedagogía ambiental sobre la especie en diferentes veredas del municipio de Piamonte, con las juntas de acción comunal y niños del sector.
“Estamos enfocados en la educación ambiental porque muchas personas no conocían al mico, tal vez lo habían escuchado, pero no sabían que estaba en peligro de extinguirse o que era tan importante para Colombia y para la región. Saber eso les genera apropiación del territorio y eso es lo que buscamos, reconocer lo que nos hace únicos, nos representa y la importancia de conservar”, destacó Laura.
Hasta el momento, han priorizado talleres sobre pedagogía ambiental en cerca de seis veredas de Piamonte, convenciéndose cada vez más de la idea de que la información, la educación y el trabajo de la mano con las comunidades locales, son herramientas fundamentales para avanzar hacia la protección de la especie.
En los espacios de sensibilización participan niños, jóvenes y adultos. Durante las jornadas buscan identificar a propietarios de fincas o miembros de la comunidad interesados en conservar los bosques, para trabajar en el desarrollo de estrategias de economía sostenible que permitan hacer un uso responsable de los recursos naturales, y a la vez garantizar la pervivencia del ‘Mico Bonito’.
De acuerdo con Laura, con los niños y niñas cantan, crean máscaras del mico, generan juegos y dinámicas alrededor del tema, como una forma de incidir en su proceso de apropiación frente al cuidado de la naturaleza desde ahora y a largo plazo, no obstante, manifiesta que por la urgencia de la situación en la que se encuentra la especie, el enfoque del proyecto se dirige con mayor fuerza hacia las personas adultas, a fin de crear alianzas “y que crezca la voz y se puedan concertar áreas de conservación para la especie”, reconoció.
Para el biólogo Elver Chapal, algunos de los retos de los objetivos del proyecto tienen que ver con la necesidad de formalización de las tierras en Piamonte, pues en la actualidad la falta de titulación limita la posibilidad de consolidar áreas protegidas; adicionalmente mencionó que es necesario que haya recursos económicos para dar continuidad a los procesos de sensibilización y llegar a todos los lugares donde se encuentra la especie, para involucrar a las comunidades.
Tanto Laura como Elver mencionan que su motivación para seguir trabajando colectivamente es saber que las comunidades están interesadas en el tema: “algunas personas ya reconocen al mico y nos dicen que lo han visto, que tiene bebés, que comen tales pepas o frutos (…) entonces es muy satisfactorio saber que ya le prestan más atención al primate en la zona” resaltó. Para Laura, es valioso reconocer que las comunidades campesinas de Piamonte quieren buscar soluciones a la problemática de la degradación de los bosques.
Piamonte Biodiverso actualmente trabaja en el diseño metodológico de los espacios educativos con niños y adultos, en propuestas de economía sostenible, que a su vez aporten a la consolidación de estrategias de conservación del ‘Mico Bonito’. Desde sus diversos roles, los seis jóvenes, con el respaldo de las comunidades locales de Piamonte, continúan gestionando recursos para avanzar con la estrategia y así poder llegar a los municipios de Caquetá donde se encuentra esta especie. Sueñan con que se le brinde la importancia nacional que requiere, la atención institucional y la apropiación por parte de la ciudadanía.
¿Cómo identificar al ‘Mico Bonito’ de Caquetá y Cauca?
Su cuerpo mide entre 35 cm de longitud y su cola 61 cm, pesa entre 800 y 1400 gr. Su dorso es café-amarillento y su vientre rojizo – amarillento al igual que sus patillas y barba, garganta, brazos y piernas.