Pasar al contenido principal
CERRAR

Ante la falta de transporte, comunidad de Bucaramanga construyó un "teleférico artesanal"

Ante la falta de un puente, una comunidad al norte de Bucaramanga construyó su propio teleférico para cruzar el río y cobran por el paso.
Norte de Bucaramanga
Colprensa.
Carlos Alberto Buitrago Pinto

El anuncio de un teleférico como nuevo medio de transporte bien podría ser el resultado de una gran gestión que desde el sector público se viene intentando desde hace más de una década. Lo cierto, es que esta tarabita improvisada es todo lo contrario. 

Es el resultado del ingenio, sumándose a la necesidad de más de siete mil personas que a diario requieren cruzar el río de Oro en el norte de Bucaramanga y que desde el pasado 29 de junio no pueden hacerlo porque un juez ordenó derribar Puente Llanito, la única conexión que tenían entre cada lado del río en un radio de más de un kilómetro de distancia.

Por allí circulan habitantes de los barrios Bendición de Dios, Brisas del Prado, Hacienda Río de Oro, Bavaria II, Los Parceleros, y varias veredas del municipio de Girón. Entre ellos, estudiantes que a diario van a sus clases, campesinos que llevan sus cargas para intentar venderlas, y en general, la vida de toda esta población. 

Aquella decisión judicial, que tenía como argumento el peligro que representaba dejar en pie la estructura, primero llevó a una serie de manifestaciones en las que incluso se necesitó de la presencia del Esmad. Días después, obligó a las personas a remangarse las botas de los pantalones, y, en hombros, cruzar niños y paquetes sobre el mismo río, que por fortuna estaba a ras de piso, por falta de lluvias. Cada día era un rosario, y en la noche, la preocupación latente para que no lloviera e impidiera el transcurrir del día con tranquilidad.


Te puede interesar:


Ahora, apareció una especie de comerciante ferretero que vio en la necesidad una buena forma de ayudar a los suyos. Se trata de Carlos Jurado, quien cuenta que invirtió casi diez millones de pesos para armar un teleférico metálico que es capaz de conectar a Bucaramanga y Girón en 30 segundos.

“Se hizo una inversión a partir de que tumbaron Puente Nariño, un puente histórico, y nos dejaron incomunicados. Se hizo esto con el fin de poder pasar las cargas y todo lo que mueven los finqueros, la gente de construcción y las personas, especialmente cuando el río está crecido”.

Jhonys Zambrano, líder cívico del asentamiento La Bendición, recalcó que a este tipo de soluciones se llega justamente por la falta de respuestas de la Alcaldía de Bucaramanga, que desde finales de junio, cuando tumbó el puente, a día de hoy aún no les ha solucionado el paso. 

“Las personas deben pagar de $500 a $2.000 por bulto para que sea transportado”, advierte el líder cívico, quien argumenta que ese dinero está siendo reutilizado en el mismo mantenimiento del teleférico y del personal encargado de ponerlo en marcha.

Artículos Player