Así es la guardería de frailejones del páramo del Almorzadero en Santander
Como si se tratara de su más grande tesoro, 19 familias que hacen parte de la Asociación Campesina Coexistiendo con el Cóndor, que viven entre los municipios de Cerrito y San Andrés (Santander) cuidan y protegen a la familia de 'Ernesto Pérez', los frailejones.
Su trabajo hace parte de una iniciativa liderada por la Fundación Parque Jaime Duque para preservar y conservar todas las especies que habitan en el Páramo del Almorzadero. Su amor por el ecosistema llevó a la construcción de viveros, la guardería de plántulas con más afecto del departamento.
Allí se cuidan los frailejones adultos, pero también a los más pequeños que en unos años estarán con ‘Ernesto Pérez’, ayudando a cuidar el agua.
Pero, ¿cómo funciona la guardería? El primer paso es recoger las semillas que se encuentren, luego se inicia el proceso de siembra. En los criaderos hay personas encargadas de vigilarlas, darles todo el amor necesario para que crezcan y proporcionales la cantidad de agua requerida para su desarrollo.
Andrea Flórez, coordinadora de educación ambiental del Proyecto Cóndor de la Fundación Jaime Duque, es una de las madrinas de este trabajo. Ella cuenta que el fin de la actividad es preservar varias especies que están en el páramo, pero la más importante son los frailejones.
“La tarea es recoger gran cantidad de semillas y llevarlas al vivero, para que cuando ya tengan un crecimiento óptimo podamos sembrarlas en un espacio que está delimitado para que terminen de hacer su proceso de crecimiento”, cuanta Flórez.
Esta guardería de ‘alta montaña’ cuenta con el apoyo de la Asociación Campesina Coexistiendo con el Cóndor, cuya representante legal, Doris Torres, afirma que este es un proyecto va más allá de la simple reproducción de frailejones.
“Hace falta mucha información sobre la reproducción de estas especies y por eso empezamos a hacer todo un seguimiento para identificar cuál es la época de floración y otras condiciones vitales de la especie”, añade Doris.
Se estima que solo en el Páramo del Almorzadero hay siete especies de frailejones, unas con capacidad para reproducirse mucho más rápido que otras. Este proyecto que nace en Santander busca repoblar el ecosistema de esta planta que produce agua y permite que circule hacia quebradas y ríos.
