Así se vivió la séptima edición de la Magdalena Fest: historias del Meta y La Vorágine

Fueron cinco mil asistentes que disfrutaron la fiesta de la Magdalena en la ciudad de los puentes. Honda en el departamento del Tolima, de nuevo abrió sus casas llenas de memoria, centros culturales y demás sitios históricos para dialogar sobre la cultura ribereña.

Los asistentes lograron disfrutar de 40 actividades relacionadas de la cultura de río. En esta ocasión no solo se habló del Río Magdalena, sino también del Río Meta, un encuentro de caudales que propició un diálogo permanente de dos días sobre los saberes, costumbres y sabores que confluyen en los ríos de Colombia. Uno de los temas principales fue La Vorágine, a propósito de los 100 años de la publicación de esta obra literaria.

La fiesta inició a son de Joropo el sábado, con un taller sobre este baile tradicional, dirigido por el maestro Gustavo Rodríguez, quien venía de la ciudad de Villavicencio. El taller se dividió en cuatro sesiones los dos días del festival, donde los participantes bailaron y aprendieron los pasos básicos del Joropo. El maestro expresó “este es un encuentro con las tradiciones que existen en las riberas y en el llano, hoy venimos a compartir”. 

La Magdalena fest se caracteriza por tener múltiples actividades culturales en paralelo, pues mientras unos bailaron Joropo, otros pudieron disfrutar de conferencias, exposiciones, muestras artesanales y talleres gastronómicos alrededor de las tradiciones del río.

La Vorágine fue un tema central para esta séptima edición de La Magdalena Fest, se tuvo exposiciones en el Museo del Río Magdalena. Con una muestra Itinerante de los 100 años de la obra. Denominada La Selva Dual, Madre y Devoradora a la Vez, a cargo de la antropóloga Margarita Reyes. En ella se cuenta de forma didáctica y entretenida la ferocidad de la selva, la cultura, su gastronomía y todo el simbolismo de la obra. Margarita nos recuerda una frase del libro: “¡Quiero volver a las regiones donde el secreto no aterra a nadie, donde es imposible la esclavitud, donde la vista no tiene obstáculos y se encumbra el espíritu en la luz libre!”. José Eustasio Rivera, La Vorágine.

Como siempre en el festival estuvo presente la gastronomía de río, de ribera. En esta ocasión no solo se degustó de la comida tradicional tolimense, sino del llano, se contó con la participación de la cocinera Francy Cuta, cocinera de Yopal, Casanare ella junto a Cecilia López, cocinera de Honda, fueran las que conversaron y prepararon la comida el domingo en la mañana. Los asistentes lograron disfrutar de una muestra de tamal tolimense, torta de yuca del llano, entre otras preparaciones que convergen entre los ríos Meta y Magdalena. Uno de los asistentes Juancho Valencia de Puerto Candelaria mencionó lo bello de este aspecto del festival, “Cada vez me enamora más este festival, es de los pocos festivales, que mientras te diviertes estás aprendiendo (…) saber los matices de los sabores del Río Meta y de la Magdalena (…) larga vida para La Magdalena”.

El cierre de esta edición fue con la obra de teatro Habūb, la cual se deriva de las tormentas de arena, haboobs. Habūb, Escrituras de Arena y Agua; una historia que nos cuenta como el Sahara tiene conexión con la selva, y las pequeñas partículas de arena se mezclan con el río y fertilizan el territorio. Es una historia que también cuenta La Vorágine y la extracción cauchera en el Amazonas. Es teatro contemporáneo con herramientas tecnológicas y algo de ópera en vivo. La música y las voces son claves al sentir esta obra. Para Carmen Gil, directora de Habūb fue una gran alegría poder cerrar el festival “un festival que descentraliza la cultura (…) Habūb nos hace reflexionar sobre La Vorágine, la masacre de la cauchería (…) Trata de hacer un diálogo entre las voces coloniales y las voces locales”. Tanto el sábado como el domingo tuvo una gran acogida esta obra tanto para visitantes como para los locales.

Cifras del festival:
La Magdalena en su séptima edición contó con 45 emprendedores y representantes de la economía popular en las exposiciones de emprendimiento. El 70% de los invitados en la programación (artistas, sabedores, cocineros, investigadores, entre otros) fueron mujeres. El equipo directivo del festival también estuvo conformado en un 95% por mujeres. Más de 100 empleos directos y alrededor de 200 indirectos en el sector turístico. Once locaciones del municipio activas con programación gratuita.