9 años y 9 meses es el tiempo que los antiguos empleados del Departamento Administrativo de Salud del Chocó (DASALUD) en Liquidación- han esperado por el pago de las liquidaciones correspondientes a sus años de servicio al departamento del Chocó, situación que dio pie a la toma de la secretaría de Educación departamental donde permanecen desde el pasado 8 de noviembre.
Son un grupo de más de 40 exempleados quienes en compañía de familiares y amigos se turnan para mantener la toma de las instalaciones de la secretaria de Educación como mecanismo de presión “aquí pasamos navidad y año nuevo, compartiendo una cena en medio de tantas dificultades” refiere Noel Mena, líder de los manifestantes.
Asegura Mena, que “muchos compañeros han fallecido a la espera del pago” de sus acreencias por concepto de liquidación y señala que, las entidades correspondientes no han sido diligentes con el trámite de los recursos “nos dicen que más hoy, que más mañana y la situación no avanza”.
El pasado 10 de noviembre de 2022 se obtuvo la primera toma de contacto con la gobernación del Chocó, en ese momento el secretario de Gobierno departamental con funciones de gobernador encargado William Córdoba Palomeque hizo presencia en el lugar y a las afueras del mismo reunido con los protestantes aseguró que antes de finalizar el año tendrían un avance en los recursos, pero hoy, 3 meses después, el pago no se ha hecho efectivo.
Mena asegura que, ya se han reunido en un par de oportunidades con Farlin Perea, quien desde el mes de enero de 2023 funge como gobernadora encargada, sin embargo, no se ha obtenido claridad sobre fechas de posibles desembolsos.
Según estiman los manifestantes la deuda a la fecha adquiridas por la gobernación desde el 3 de mayo de 2013, fecha en que se ordenó la liquidación de DASALUD asciende a 3 mil millones de pesos en lo correspondiente al rubro de mínimo vital, a ello se deben sumar los costos por intereses que podrían hacer que la cifra supere los 4 mil millones de pesos.
La gobernación del Chocó ha optado por no referirse públicamente a las manifestaciones, aunque aseguran estar trabajando en el pago de los recursos adeudados. Sin embargo, los protestantes denunciaron que el pasado 31 de enero, mientras arengaban con micrófono y parlante en mano desde el interior de la edificación de 8 pisos, les fue cortado el suministro de energía “nos quieren sacar a la fuerza” señaló Mena, quien además puntualizó que resistirán el tiempo necesario.