Pasar al contenido principal
CERRAR

Vasijas de La Chamba

00:00
00:00

Vasijas de La Chamba

Los artesanos del corregimiento de La Chamaba, en Guamo, Tolima, han ganado renombre nacional e internacional por sus originales vajillas de barro fabricadas a mano. Decenas de familias viven de esta tradición que está presente en muchos hogares colombianos y que son apetecidas en los mercados internacionales. En esta crónica, algunos artesanos cuentan que las vasijas, con su tradicional color negro, están ligadas al río Magdalena, porque gracias a este afluente pudieron llevar sus productos a otras regiones.

Más Episodios

Los pobladores de El Quimbo Huila denuncian que el Estado por medio del megaproyecto de la represa dio vía libre para acabar con su ancestralidad, la riqueza pesquera y agrícola de la región, el trabajo y la calidad de vida de su gente.
Puerto Mocho, el lugar donde termina el Río Magdalena tras 1540 kilómetros. Un pasillo donde a la izquierda se siente la brisa del Mar Caribe salado y ruidoso, y a la derecha, las aguas lentas de un gigantesco río que arrastra pedazos de selva.
Por muchos años la caficultura fue considerada un oficio liderado por hombres; hoy en día un grupo de más de 800 mujeres en su mayoría cabeza de familia cuentan cómo se organizaron para trabajar el campo, sembrar su propio café, venderlo y exportarlo.
Existen historias que contar en San Rafael de Chucurí, donde hace muchos años empezaron a llegar familias de pescadores, agricultores y artesanos quienes comenzaron a promover proyectos de pesca responsable con el medio ambiente y con el ecoturismo.
Luego de sufrir violencia sexual durante el conflicto armado, un grupo de mujeres conformaron una fundación que lidera varios emprendimientos, entre ellos los gastronómicos. El pescado y los frutos del Magdalena son su fuente de trabajo.
Cada noviembre, Hugo Montoya realiza una ceremonia que inicia antes de la medianoche en el cementerio de Puerto Berrío, en el Magdalena Medio. Luego de ello, asegura que las almas del purgatorio salen con él a recorrer el pueblo hasta antes del amanecer. Dice que muchas de ellas, son las de personas dadas por desaparecidas que los pobladores encontraron y adoptaron como miembros de sus familias.  
Cuando nadie se atrevía a recoger los cuerpos que dejó la violencia sobre el río Magdalena, un grupo de mujeres decidió cambiar el miedo por esperanza, e imaginó una revolución hecha de máquinas de coser, pitos y ollas. En Barrancabermeja cumple 50 años la ONG femenina más antigua de Colombia, creada de cara al río Magdalena.
La conexión de varias mujeres del Magdalena que viven a las riberas del río, hoy cuentan innumerables transformaciones que hasta el día de hoy han podido ser testigos, más de 30 de ellas se unieron para dar su historia desde una perspectiva femenina