Los escarabajos estercoleros son los protagonistas de una industria que puede llevar a la reducción de los gases de efecto invernadero, -generado por la ganadería- y a la producción y desarrollo de una ganadería sostenible en el país.
Colombia debe encontrar soluciones que conlleven a un aumento en los bosques, la conservación de suelos, y la preservación de fuentes hídricas, entre otras problemáticas ambientales que deja como resultado la industria ganadera, con el fin de garantizar una mejor producción de carne y leche, además de contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero.
Una de estas alternativas involucra directamente a los escarabajos coprófago que se alimentan de excremento de vaca mientras van creciendo desde que son larvas. Estos insectos ayudan a la limpieza de las pasturas para el ganado y contribuyen al control biológico de plagas, además apoyan la conservación de los suelos.
Esto se convierte en toda una revolución para la ganadería pues no se requiere de innovaciones tecnológicas de alto costo, “los escarabajos garantizan la descomposición de los excrementos y la mejora de las pasturas que se traduce en mejor carne y leche, con mínimos esfuerzos económicos”, afirma el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
“Nosotros durante 40 años hicimos todos los ensayos para que desapareciera el estiércol de las vacas. Pero no hay nada mejor que estos seres que procesan el excremento. Trabajan los 365 días del año, las 24 horas del día, dominicales y festivos descomponiendo el excremento en el interior del suelo. Es una revolución que vale muy poco y se puede extender a todo el territorio nacional”, aseguró la doctora Claudia Medina.
Los primeros estudios se han realizado en fincas de la Ganadería Chuguaca, que cuentan con más de 200 hectáreas de bosques, lagunas y quebradas. Allí han llevado a cabo experimentos que han permitido evidenciar el comportamiento de estos insectos, pues los investigadores y trabajadores de estas fincas construyeron un talud que dejó ver los túneles que hacen los escarabajos trabajando ellos mismo el estiércol generando abono.
“Con los químicos o rastrillos y maquinaria estábamos acabando con los escarabajos y sus túneles, pero ahora la situación es otra; con una plasta recién defecada, uno en 24 horas ya comienza a ver su descomposición”, dijo Germán Buitrago, trabajador de Chuguaca.
Además, Germán y sus compañeros hicieron una vitrina que llenaron con tierra y excremento de vaca, lo que le dio una visión más clara del trabajo de los biorecicladores como los llama la doctora Medina a los escarabajos. Para ella, fue valioso el compromiso y apropiación por parte de los trabajadores de la finca, pues les permitió conocer el ciclo de vida de estos insectos.
“Los resultados del trabajo realizado con los escarabajos ya muestran algunos resultados esperanzadores para los ganaderos”. - Instituto Humboldt.