Finalizó la décima expedición Antártica realizada por la Armada colombiana, que esta vez remontó 8.500 millas náuticas hasta llegar al llamado 'continente blanco' con un buque de investigación científica marina ARC “Simón Bolívar”, de fabricación 100% local, que llevaba a bordo 95 tripulantes.
La expedición permitió 18 proyectos en los que participaron 39 investigadores que contaron con la cooperación de Argentina, Chile, Ecuador, Uruguay y Turquía, una operación naval que aporta a la protección del ecosistema marino, la concientización del cambio climático y el reconocimiento de la importancia de la antártica a nivel global.
“Colombia tiene que seguir realizando ciencia porque definitivamente nos hemos dado cuenta de la importancia de este territorio, tanto para nosotros como para el resto del planeta. Aquí en la Antártica está el 80% del agua potable de todo el mundo, es una fuente permanente de generación de vida, de nutrientes, de oxígeno, de ese intercambio, de ese refrigerador entre la atmósfera y el océano”, afirmó el capitán de navío Alexis Grattz Bonilla, jefe de crucero del ARC “Simón Bolívar”.
La expedición científico-militar visitó ocho bases polares de Brasil, Chile, Ecuador y España, entre otros más, con el propósito de recopilar información, capacidad operativa y científica de estos ambientes, dado que el país podría abrir a futuro su propia estación antártica.
También se llevaron a cabo 26 estaciones oceanográficas, donde se realizaron levantamientos hidrográficos, avistamientos y estudios de fauna marina, monitoreo del ambiente acústico subacuático, análisis de seguridad operacional y adaptabilidad en ambientes extremos en la Antártica, entre otras labores científicas.
“En ese orden, necesitamos seguir conociendo cuál es esa interacción que nos facilite tomar decisiones más inteligentemente con el objetivo de mantener esa relación de manera preventiva para conservar lo que ya hay y para tratar de mitigar esos impactos que hemos generado por la contaminación dentro de nuestras aguas”, agregó Grattz Bonilla.
Colombia espera recibir la acreditación como miembro consultivo del Tratado Antártico Internacional y entrar en el grupo de naciones que entienden esta parte del continente como un espacio de conocimiento y fuente de información científica que contribuye a la comprensión de los fenómenos climáticos de la región.