Cada vez que juega la Selección Colombia de Fútbol en Barranquilla, mujeres y hombres, quienes hacen parte de la economía popular, ven una oportunidad de mejorar sus ventas.
Esa situación, algunas personas la han bautizado como el 'efecto tricolor', porque gracias al partido, artesanas, artesanos, confeccionistas, vendedoras y vendedores de diferentes productos y accesorios, logran un mejor ingreso para sus familias.
Sus pequeños puestos ubicados en el Centro de Barranquilla, en la Calle 72 en el norte, o en el sector de Metroplaza en los alrededores del Estadio Metropolitano de Fútbol, Roberto Meléndez, se convierten en un lugar de alta presencia de compradores. Esos días previos a un partido, propios o turistas, llegan en mayor número preguntando por elementos alusivos a la selección.
Es un encuentro, (como en el campo de juego minuto a minuto), no detrás de un balón, sino de un producto; usando la técnica del regateo, compradores, esperan conseguir un buen resultado, un precio que favorezca su bolsillo.
“¿A cómo?”, dice una joven al vendedor mientras le señala una camiseta de la Selección Colombia. Él le responde: “la beige con rayas rojas, réplica, a $50 mil pesos”.
En ese instante, la puja inicia. La compradora dribla hacia la izquierda, “te doy 40”, el vendedor contraataca “vale 50, ya tiene el descuento”, tras ires y venires, se logra un acuerdo, $45 mil y ambos quedan satisfechos.
Alexis Herrera Pérez, hace 20 años se dedica a vender camisetas, aretes, manillas, llaveros, imanes para poner en la puerta de la nevera, incluso hamacas, todos productos alusivos a la selección, donde resaltan el amarillo, el azul y el rojo, colores distintivos de nuestra bandera colombiana.
“Negociar es el día a día, pero cuando hay eventos como partidos de la selección o carnavales, es más intenso. Todos queremos lograr un buen negocio”, explica Herrera, quien tiene su puesto African People, en la Galería 72, en el norte de Barranquilla, un lugar en el cual fueron reubicados los vendedores del sector.
De manera simultánea, (como calendario de eliminatorias cuando está por definirse los últimos cupos a un Mundial), se juega otro partido, otro encuentro. Esta vez el escenario es Metroplaza, en los alrededores del Estadio de fútbol, en Murillo con Avenida Las Torres, barrio Ciudadela 20 de Julio, sur de Barranquilla.
Aquí llegan compradores, antes de ingresar con sus boletas al Estadio Metropolitano, Roberto Meléndez o el ‘Coloso de la Ciudadela’, como también es conocido, en busca de una vuvuzela, de una pañoleta, una gorra o hasta cometas.
Sin embargo, Antonio Álvarez, comerciante en Metroplaza, cuenta que resulta paradójico que cuando mejores ventas tiene, no es el día del partido, sino antes.
“La razón es que cuando juega la selección, nos encierran con vallas y la gente que llega al estadio no puede acercarse a comprar. Entonces, nos toca poner gente afuera que pueda entregarle al cliente lo que necesita. Por eso, hacemos el llamado a que el cerco lo hagan a un costado nuestro”, pide el señor Álvarez.
En su negocio, las camisetas réplica nacional las vende a 45 mil pesos o 40 y, las de tipo Triple A, que es una camiseta más fresca, con más algodón en su composición, se vende a 80 mil pesos.
“Tradicionalmente, estos precios son estables, se mantienen en el año. Sin embargo, en la reciente final de la Copa América que Colombia disputó contra Argentina, en Estados Unidos, la tela comenzó a escasear, las y los confeccionistas tuvieron que trabajar en las noches para atender la demanda. Muchas personas querían tener la camiseta de la selección y eso elevó un poco los precios”, explica.
Personajes alusivos a la selección
Con el paso del tiempo, proliferan las colombianas y colombianos que, acudiendo a su creatividad, se idean personajes para apoyar a la selección. Uno de los más conocidos es “El Cole”, que nació gracias a Gustavo Llanos, quien pensó “en una imagen con la que Colombia se identificara. Fue así, cómo se basó en el cóndor de los Andes, emblema del Escudo Nacional y símbolo de la Patria.
Otro de los reconocidos es el “Tigre colombiano”, un disfraz que surgió, de manera espontánea, para las eliminatorias al mundial de Brasil, en octubre del 2012.
Cuenta José Forero que hace 12 años llegó al estadio con una máscara de tigre, unas gafas y eso fue sensación. Ante esa respuesta inesperada de otros aficionados, comenzó agregarle elementos como el tocado.
“El disfraz es un homenaje al goleador Radamel ´El Tigre´ Falcao y a las máscaras del Carnaval de Barranquilla”, recuerda José Forero.
El Arlequín Colombiano
Arnulfo Arias, cada vez que juega la selección, engalla su bicicleta, la pinta con los colores amarillo, azul y rojo; le pone a los manubrios el Escudo de Colombia y en la parte de atrás, sentada en una silla, una marimonda con peluca amarilla, en honor al Carlos ‘El Pibe’ Valderrama. Luego el señor Arias, se viste de pies a cabeza de arlequín tricolor y toma su vuvuzela.
“En el 2.012, se me ocurrió un arlequín con los colores del Junior y hace seis años tuve la idea del Arlequín colombiano, compré una bicicleta y cada vez que juega la tricolor, salgo en ella, a recorrer las calles para animar y apoyar nuestra selección”, precisa.
Arnulfo Arias, manifestó su emoción de poder vivir los partidos de su amada tricolor a través de la radio con las transmisiones de Radio Nacional “hay que apoyarlos porque Radio Nacional de Colombia, es tu papá”.