Carlos Andrés Guevara, uno de los profesores ganadores del concurso del Postconflicto, regresó a Ituango con la firme convicción de transformar el territorio que él había conocido ya con anterioridad. Un modelo de escuela nueva virtual es la inspiración del profesor Carlos, ingeniero electrónico y magíster de la Universidad de Antioquia.
Su trabajo tiene hoy a varias escuelas rurales de Ituango, municipio antioqueño, con acceso al mundo virtual.
No son solo los conocimientos como ingeniero electrónico, sino también los deseos que a todos sus estudiantes les quede una semilla de la importancia de saber de sistemas, tecnología y programación ya que estas son las nuevas llaves que abren las puertas de las próximas décadas.
Guevara llegó a la sede rural en enero de 2019 y, poco a poco, ha visto el impacto de esta iniciativa. En septiembre de ese mismo año la Secretaría de Educación de Ituango instaló el servicio de internet en la escuela, que todavía funciona de forma inestable por las lluvias o la nubosidad.
“Mi propuesta es innovar la educación rural incorporando nuevas tecnologías educativas, como lo es el tema de la robótica, es algo que yo ya venía enseñando en Medellín sobre todo en Envigado en un colegio privado antes de llegar a Ituango y ahora pretendo incorporar todos mis conocimientos en los jóvenes que viven en la ruralidad, para que de esta manera ellos tengan unos conocimientos trasversales en diferentes áreas”, contó Carlos Guevara.
En el corregimiento La Granja son 20 estudiantes que se ven beneficiados de las clases de robótica, además de los 10 estudiantes de la Candelaria donde el profesor Carlos trabaja actualmente, a los cuales les brinda diariamente su conocimiento; a ellos también se suman los alumnos de la vereda de Quebrada del medio. Carlos Guevara distribuye su tiempo para estar en estos sitios impartiendo conocimientos en los jóvenes.
“En el tiempo que llevo brindando mis conocimientos a los jóvenes de las veredas de Ituango he buscado que los estudiantes se sientan motivados, ya que la robótica es más fácil enseñarla si a ellos les llama la atención”, afirmó.
“Una de las grandes ventajas que he tenido es que a las personas que les enseño les llama la atención la tecnología, aunque no tienen mucho acceso por el tema de la lejanía, el tema de la desconectividad, el tema del conflicto, todo esto los afecta, pero igual se busca darles una nueva tendencia y otra mirada a la educación”, explicó Guevara.
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Hacer seminarios de robótica, programación y mantenimiento de equipos electrónicos, son algunas de las bases que han ido adquiriendo los estudiantes de estos territorios alejados de Medellín, que es considerada "Valle de software", por lo cual los sueños y los conocimientos van de la mano para poder que estos jóvenes empiecen a buscar un proyecto de vida, en este caso relacionado con chips, baterías, un poco de inglés y un ordenador.
“Yo espero que con este trabajo que estamos realizando con los jóvenes, ellos se sientan motivados a cambiar este territorio que ha sido tan golpeado por el conflicto armado, y que vean la robótica como una oportunidad de aportar a la paz”, finalizó Guevara.
Para el profesor su experiencia en las montañas de Ituango ha sido vital, pues a través de la enseñanza de la estadística, la aritmética y la física, ha acercado un amplio panorama de posibilidades educativas a jóvenes rurales históricamente marginados social y tecnológicamente.
Ahora, ellos aprenden también de robótica, tienen bases para reparar computadores y pueden acceder a laboratorios virtuales de física, química y sonido de la Universidad de Colorado, de Estados Unidos.