La última semana de septiembre se convierte en el escenario para que el mundo conmemore a las personas sordas con el fin de promover su inclusión en la sociedad. En el mundo cerca de 72 millones de personas son sordas y hay al menos 300 lenguas de señas distintas que varían según el país.
En Colombia el Instituto Nacional para Sordos (Insor) trabaja alrededor de la defensa y promoción de los derechos de las más de 380 mil personas sordas en Colombia, y su directora, Natalia Martínez, explicó en Contacto Directo la oferta institucional que allí encuentran.
“El Insor es una entidad adscrita el Ministerio de Educación y gran parte de nuestro trabajo se centra en el sector educativo. Nosotros trabajamos de manera cercana a las secretarías de educación y las instituciones educativas a nivel nacional en donde se prestan servicios educativos para personas sordas o en donde se quiere abrir estos espacios”, indicó.
Es así como el Insor acompaña en dos vías a estas entidades: por un lado, a través del acompañamiento a las instituciones que ya vienen trabajando con personas sordas, y por otro, la orientación, guía y respaldo para las entidades que buscan implementar estrategias de inclusión para esta población.
“Buscamos acercar la reflexión de la educación para personas sordas porque sabemos que es un reto complejo. Normalmente se asume desde la lógica de los oyentes, la metodología y las estrategias que se implementan en niños que pueden escuchar; las adaptaciones para los estudiantes sordos son muchas y por eso requiere pensarse de forma distinta. El mundo de la lengua de señas es un universo que nos permite entrar a pensar cómo abarcar estos procesos desde lo gestual, la comunicación con el cuerpo y verbal y plantear así estrategias educativas”, señaló.
Martínez añadió que el Insor acompaña también a las secretarías de salud, al Ministerio de Trabajo, las cajas de compensación, entre otros actores que buscan implementar las estrategias de inclusión a la población sorda.
Un trabajo conjunto
Los procesos educativos son indispensables y sumamente significativos para el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes y en muchas oportunidades la lengua de señas no es la lengua materna de menores que nacen sordos. En todo el caminar académico los padres, acudientes y en general las familias cumplen un rol trascendental en el cual pueden facilitar los procesos de interacción y relacionamiento de los menores sordos con el mundo y la sociedad.
“La familia es muy importante porque sabemos que muchas personas sordas están desprotegidas y que las familias se sienten así cuando no saben cómo enfrentar ese duelo de tener un hijo sordo. Al enterarse que un hijo tiene una discapacidad se enfrenta a un golpe que, en ocasiones, es duro de manejar, sobre todo cuando no tenemos la información sobre qué se puede hacer y cuál es el camino a tomar, especialmente cuando los padres son oyentes”, dijo.
Es por ello que desde el Insor se acompañan a los padres y a los cuidadores en el proceso de aprendizaje y relacionamiento con los niños y niñas sordos por medio de estrategias pedagógicas enfocadas en el aprendizaje tales como pautas de crianza y educación afectiva, aprendizaje de lengua de señas, entre otros.
“Buscamos que haya garantía en el cumplimiento de los derechos de los niños y niñas sordas de Colombia, por eso los padres con hijos sordos o con discapacidades auditivas pueden acercarse al Instituto, preguntarnos qué hacer y cómo abordar nuevas herramientas lingüísticas para ellos”.
Para mayor información el Insor tiene habilitados sus canales de atención a través de su página web, en el teléfono 601 4391221, la línea de WhatsApp 3124324495 y en redes sociales en donde se encuentran como @Insor_Colombia.