Los pequeños productores de achira del departamento del Huila están llevando a cabo un ambicioso proyecto para expandir el cultivo de esta planta y así aumentar la producción de harina utilizada en la elaboración de los famosos bizcochos de achira. Su objetivo es llevar estos deliciosos productos más allá de las fronteras nacionales y conquistar nuevos mercados internacionales.
La elaboración de los bizcochos de achira es considerada un emblema importante de la gastronomía típica del Huila y se extiende a varios municipios de la región. Sin embargo, los productores se enfrentan a un desafío inesperado debido a la escasez de harina de achira local. Actualmente, tienen que adquirir este insumo de otros departamentos, ya que la producción local no es suficiente para satisfacer la demanda.
A pesar de esta dificultad, los productores están tomando medidas para superar esta situación. Es importante destacar que los bizcochos de achira tienen la denominación de origen, otorgada por la Superintendencia de Industria y Comercio, lo que significa que se reconocen por su calidad y características específicas de elaboración, y se asocian exclusivamente con la región del Huila. Esto le brinda a este producto una distinción especial y un valor agregado.
Encabezando este proceso de expansión agrícola se encuentra Ramón Monje Tovar, un pequeño empresario comprometido con promover el cultivo y procesamiento de la harina de achira. Junto a varias organizaciones campesinas en los municipios de San Agustín y El Pital, en el Huila, Monje Tovar está impulsando la producción de harina localmente. Además de reducir los costos y fomentar la producción nacional, su objetivo es aumentar la disponibilidad de este insumo fundamental para la elaboración de los bizcochos.
"Estamos iniciando un proceso de producción de harina en los municipios de San Agustín y El Pital", confirma Monje Tovar, quien también destaca su colaboración con 65 campesinos en San Agustín y la inversión en dos o tres hectáreas propias en El Pital para cultivar achira. Hasta ahora, gran parte de la harina utilizada se ha importado de Nariño.
También le puede interesar:
Ramón Monje Tovar, quien lleva 25 años dedicado a la producción de bizcochos, estableció su propia empresa en 2007 y ha fortalecido su negocio con maquinaria gracias al apoyo del Fondo Emprender, una convocatoria del SENA que brinda capital semilla reembolsable a pequeños empresarios.
Al igual que otros productores de bizcochos, cuyos puntos de producción más importantes se encuentran en Altamira y el corregimiento de Fortalecillas en Neiva, Monje Tovar se ha enfrentado a dificultades para obtener suficiente harina de achira. Por esta razón, busca incentivar su producción local.
"En el Huila, tenemos los climas necesarios para producir achira durante todo el año, a diferencia de Nariño y Cundinamarca, donde se produce solo dos veces al año", enfatiza Monje Tovar.
Una vez cosechados los rizomas de la planta de achira, que crecen bajo tierra de manera similar al jengibre, se procede a lavarlos, rallarlos y tamizarlos para eliminar impurezas y obtener la harina final.
La harina de achira tiene múltiples usos, según explica Ramón Monje. Además de ser utilizada para la elaboración de bizcochos, se puede emplear como pegamento, al igual que se hacía antiguamente con el almidón de yuca. También se puede consumir como alimento, en forma de colada, ya que contiene fibra, fósforo y potasio, siendo beneficiosa para el crecimiento de los niños.
El proyecto liderado por Ramón Monje y otros productores no se limita a la venta local y nacional de achiras y harina. La demanda de estos productos está en constante aumento, y la harina ya cuenta con el registro Invima, que avala su calidad y seguridad sanitaria. Monje Tovar ya ha logrado vender bizcochos en Chile y Canadá y tiene como objetivo expandirse a otros mercados internacionales. Por esta razón, está etiquetando sus productos con marcas en idioma inglés.
"Estamos generando varios empleos directos e indirectos. Nuestra intención es comercializar la achira para tener existencias permanentes a buenos precios, sin depender de intermediarios, ya que la harina se puede almacenar durante varios años. Así, queremos beneficiar a productores y consumidores tanto dentro como fuera del país", concluye Monje Tovar.
El proyecto de estos pequeños productores de achira del Huila representa un esfuerzo notable para potenciar la producción local, fortalecer la economía regional y difundir la deliciosa tradición de los bizcochos de achira a nivel internacional. Con su compromiso y dedicación, esperan abrir nuevos horizontes y llevar el sabor único del Huila a los paladares de personas en todo el mundo.