Insectos comestibles: una solución sostenible para la alimentación mundial
El consumo de insectos ha aumentado de forma exponencial en el mundo e incluso la ONU ha llamado la atención de por qué debería interesarnos como una alternativa alimentaria.
El consumo de insectos ha aumentado de forma exponencial en diferentes lugares del mundo. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) "se consumen más de 1 900 especies de insectos comestibles (...) y ya son una parte rica en nutrientes de muchas dietas nacionales".
En diversos países de Asia, en República Democrática del Congo, en Europa, en Norteamérica aumenta el consumo de insectos, así como la producción de harinas que no solo son utilizadas en la alimentación humana, sino también para animales.
Agrega la misma organización que por ejemplo "La Unión Europea también está tomando medidas para estandarizar los insectos como fuente de alimento definiendo reglamentos de inocuidad que permitan su venta para el consumo humano".
Cría de insectos como alternativa alimentaria en Colombia
Aunque en Colombia la cría y consumo de insectos no está reglamentada, existen diferentes proyectos que investigan los beneficios de esta alternativa alimentaria que, como deja claro la FAO, viene aumentando en diferentes lugares del mundo.
Sobre este tema Alfonso López Durán, zootecnista y docente, cuenta sobre la cría de grillos que "en un espacio de tan solo un metro cúbico se pueden producir hasta 10 kg de insectos, que pueden ser utilizados para el consumo humano y/o alimentar a otros animales".
Además el docente, especialista en estos temas, opina que “es fundamental seguir avanzando en la formalización de este tipo de proteínas alternativas y en el fomento de su consumo, factores que van a contribuir de manera significativa en la conservación del medio ambiente y en la seguridad alimentaria de nuestros países".
A nivel local existen diferentes proyectos sobre la cría de insectos como una fuente de alimentación, uno de ellos lo desarrolla Milton Baquero, estudiante de 5to semestre de la Fundación Universitaria San Martín.
Cuenta que con su proyecto "busca disminuir los elevados costos de los concentrados para animales usando grillos como fuentes de proteínas, pues estos insectos igualan o superan a las materias primas que se usan actualmente en la nutrición animal para ser alimentos balanceados, además el costo ambiental de su producción es mucho menos y más amigable con el medio ambiente".
¿Pero cómo funciona este sistema?
Milton comenta que “iniciamos un proceso de incubación con materiales reciclables, hidratación constante y una dieta económica a base de alimento para pollos que permitiera el crecimiento rápido de las larvas de los grillos. Hoy tenemos la meta de producir 1 kilo y medio de harina por semana a través de la cría de cerca de 15.000 grillos adultos, una producción semanal que puede llegar a alimentar a aproximadamente 40 gallinas ponedoras”.
Ángela cruz es otra de las estudiantes que participan de este proyecto y comparte datos interesantes sobre el tema "los grillos poseen del 40% al 63% de proteína bruta, inclusive han sido utilizados para el consumo humano".
Agrega que en este caso "nuestro propósito, aparte de terminar la mejor dieta para la cosecha de grillos, es dar un paso más allá e incorporar esta materia prima en dietas de animales de sistemas productivos de ciclo corto, como las aves y los peces".
Comentan que su emprendimiento tiene como objetivo contribuir a la reducción del impacto medioambiental causado por la producción industrial de alimentos para animales.