Miles de toneladas de llantas son desechadas cada año; y la mayoría terminan en basureros, lugares deshabitados o en nuestros ríos. Además, tan solo un neumático puede demorarse hasta 1.000 años en degradarse.
Justamente, fue esa preocupación la que impulsó a una pareja y un amigo a crear Rencaucharte; un emprendimiento ambiental ubicado en Sutatausa, un municipio de Cundinamarca, muy cerca a Bogotá.
“Vimos la contaminación que había en nuestro municipio, principalmente la vereda donde estábamos, porque es una zona de carbón, entonces hay mucha contaminación, muchos lugares baldíos”, explica Jeimi Yuliet Amado, una de las creadoras de sus creadoras.
Según cuenta, "Re" es de reciclaje, “Ca” del caucho de las llantas que reciclan y “Arte” por lo que logran hacer con ellas.
Su equipo lo conforma con su esposo, Wilmer Carreño; y su amigo Luis Aguilar. Todos tienen una labor distinta, “Wilmer es la persona que encargada de hacer la estructura y Luis es la persona encargada de cortar, y yo ya me encargo de la parte de pintar, todo lo que tenga que ver con la decoración, entonces realmente, pues somos un equipo”.
Foto: Esteban Herrera - Radio Nacional
El evento que les cambió la vida
Un día una señora les pidió un favor, uno que quizá no pensaron que les haría cambiar su perspectiva sobre un producto que siempre estaba a la vista de todos, pero que nadie veía. Ella necesitaba cortar una llanta, ellos, sin dudarlo, la ayudaron.
“Pues, a mi parecer, quedó horrible, pero la señora igual le gustó mucho, que tan bonito, nos decía, entonces empezamos a trabajar en las llantas”, dice Jeimi.
Desde ese momento iniciaron a recolectar todas las llantas que veían por ahí; algunos vecinos les llevaban y así, poco a poco, se fue corriendo la voz de su trabajo de reciclaje. Empezaron haciendo materas, sillas, comedores, algunos animales; hasta llegar a su figura más imponente: un King Kong de 4 metros de alto por 4 de ancho, con el que reutilizaron más de mil llantas, incluyendo neumáticos de camión, de moto y de tractor.
Foto: Rencaucharte Facebook
“Lo que empezamos a hacer fue la recolección de las llantas, empezar a hacerles tratamiento y empezamos a hacer esculturas”, explica.
“La idea es mostrarle a la gente que se puede hacer algo diferente, para que esto no termine siendo un problema de impacto ambiental, sino algo más bonito, entonces esa es la idea de nuestro emprendimiento como tal”, dice.