Por: Richard Hernández
Hasta el próximo 3 de mayo está abierta la convocatoria para participar, con ponencias, talleres y mesas de trabajo, en la Conferencia IASA 2021. El evento, que se realizará del 27 al 30 de septiembre, lleva por lema “Cerrando la brecha para crear una nueva generación de archivos sonoros y audiovisuales”.
La Asociación Internacional de Archivos Sonoros y Audiovisuales (IASA) se estableció en 1969 en Ámsterdam como un medio de cooperación internacional para conservar dichos materiales. Es un referente a nivel mundial que reúne a especialistas y archivistas de más de 70 países. Representan una amplia gama documental de radio y televisión, centros de investigación, fonotecas y archivos nacionales de imagen y sonido. La asociación ha trabajado más de medio siglo en estos esfuerzos de colaboración internacional.
“En América latina la IASA es una referencia para todos quienes tenemos como una de nuestras responsabilidades, la protección del patrimonio radiofónico, musical, de las grabaciones sonoras de campo y del arte sonoro, porque precisamente es en la IASA donde se discuten las formas, los métodos para conservar esta memoria y además se diseminan estas buenas prácticas a todo el planeta”, señala la mexicana Perla Olivia Rodríguez, vicepresidenta de la entidad.
Según la investigadora y doctora en Documentación, un ejemplo concreto en México fue la creación de la Fonoteca Nacional, la cual contó con el apoyo solidario del conocimiento y experiencia que compartió la IASA. Esa colaboración sirvió para poner en marcha todos los procesos documentales que hoy yacen en la fonoteca, una institución que ejemplifica esta labor.
Sobre los retos que debe afrontar nuestra región, Rodríguez dice que uno de los principales es proteger el patrimonio sonoro, ya que estos materiales han sido registrados en cintas magnéticas y están en un alto grado de deterioro pues no se han transferido a soportes digitales.
Otra meta, según Perla, es poner en marcha todos los procesos documentales para salvaguardar contenidos que ya son de origen digital. Hay que crear y mantener archivos digitales desde unas perspectivas sustentables. De ahí el lema de la conferencia este año.
“La idea es crear este diálogo entre diferentes regiones del mundo para poner en valor la situación de nuestros archivos y ver cómo podemos tratar de cerrar esta brecha que divide a los países que han avanzado en la digitalización, que cuentan con sofisticados sistemas de preservación digital y de aquellos que apenas hemos empezado a dar los primeros pasos para salvaguardar esta forma de patrimonio”, afirma.
Ante la incertidumbre que se cierne sobre los viajes internacionales por la pandemia, la conferencia IASA 2021 volverá a celebrarse en línea. El evento se programará en tres zonas horarias diferentes: América, Europa/África y Australasia. Esto permitirá que cualquier persona del mundo pueda participar en los horarios adecuados y con ello, crear un puente virtual entre estos continentes.
El programa de la conferencia en cada zona será coordinado por las siguientes instituciones: Radio y Televisión Nacional de Colombia (para América), Netherlands Institute for Sound and Vision (para Europa y África) y Universiti Putra Malaysia (para Asia y Australasia).
“Colombia ha tenido un papel destacado en los últimos años. Yo tengo como referencia clara a la maestra Dora Brausin, desde los primeros acercamientos que hubo con la Fonoteca Nacional de México hace más de 10 años. Este esfuerzo que ha mantenido Señal Memoria al instaurar procesos de preservación y al poner en marcha su laboratorio de inteligencia artificial hace que Colombia sea una referencia. El apoyo estatal ayuda en la protección de esta forma de patrimonio”, señala.
La actual producción de archivos sonoros y audiovisuales en el mundo es altísima. Esto genera un dilema en qué se debe archivar. Para la vicepresidenta de IASA es importante guardar todo lo que se genera día a día en medios tan importantes como la radio y la televisión. Sobre todo ahora que los contenidos se realizan en digital y se produce un gran volumen de información.
“Hay que generar estrategias para priorizar por la preservación, porque a veces eso no lo tenemos claro y se puede poner en riesgo contenidos muy importantes frente a otros en los que ni siquiera contamos con los derechos de uso para poderlos reutilizar con fines educativos y culturales en el futuro. Entonces hay que guardar todo, pues gran parte de la historia contemporánea está narrada con sonidos e imágenes”, asegura.
Sobre la conservación documental existen servidores digitales que se conocen como la nube. Para Perla Rodríguez no es una tecnología de preservación recomendable. Generalmente, dichos servidores están en países extranjeros, poniendo en riesgo el patrimonio nacional.
“Ahora desde la perspectiva de la protección de los patrimonios locales, regionales e incluso nacionales, se pueden crear diferentes arquitecturas de almacenamiento que incluya por supuesto el resguardo en soportes como las cintas LTO, servidores en discos sólidos y la nube regional, local o nacional. Siempre y cuando se sepa que los servidores están en un territorio nacional, se puede crear este tipo de infraestructuras. Pero la arquitectura de preservación depende de las políticas y los alcances justos que tenga cada institución”, afirma.
Otro punto importante es cómo podemos compartir nuestro acervo sonoro y audiovisual. Dice Rodríguez que, cuando hablamos de preservación, hay una parte relacionada con el acceso y la difusión. Debe haber una copia en formato de compresión, como podía ser el MP3 con sus metadatos, para que pueda ser de acceso abierto al público.
“Esto que menciono es un ideal, porque en muchos casos hay archivos que no han resuelto el tema de los derechos de autor y eso es una limitante. Cuando este obstáculo no está resuelto se recomienda que al menos estén los metadatos”, asegura.
A causa de la pandemia de Covid-19, muchas producciones sonoras y visuales para radio, televisión y otros medios se están haciendo desde la casa de los realizadores. La calidad de esos productos, a veces, deja bastante que desear. Esta situación crea un interrogante de qué se debe archivar y qué no.
“Tenemos que guardar estas grabaciones porque dan cuenta justo de un momento coyuntural muy difícil para toda la humanidad. Este es uno de los grandes desafíos que tenemos que resolver. ¿Cómo acopio todo ese gran cúmulo de producciones que se están generando? Primero cómo los envío para su transmisión y cómo se resguardan en las fonotecas estos grandes archivos digitales”, comenta.
Otro aspecto importante es el tema de la formación y capacitación en la preservación digital. Al respecto, Rodríguez dice que ya se están haciendo esfuerzos como la convocatoria que el año pasado lanzó IASA con cursos de formación dictados, tanto en forma presencial como en línea, por un grupo de especialistas en la biblioteca nacional de Cataluña.
Asimismo, resalta a la Red Iberoamericana de Preservación Digital de Archivos Sonoros y Audiovisuales que desde hace dos años genera seminarios web en acceso abierto y gratuito con el propósito de empoderar en esta área a los hispanohablantes, y más concretamente, a los latinoamericanos. Además, destaca la labor de RTVC junto al apoyo de algunas universidades en la generación de dichos contenidos.
Para finalizar, Rodríguez invita a los archivistas a que se inscriban a la convocatoria que se cierra en pocos días y envía el siguiente mensaje:
“Yo quiero que América Latina tenga un papel importante y forme parte de ese concierto de voces que reflexionan en relación con los archivos sonoros y audiovisuales. Queremos hablar el mismo idioma en el tema de la preservación digital, comprender los procesos, aproximarnos a las tecnologías de punta, generar convenios de colaboración e intentar juntos cerrar esta brecha”.
Las personas interesadas encontrarán los requisitos en la página web, aquí.