El Tribunal Superior de Bogotá condenó a 20 años y cinco meses de prisión al coronel (r) Nelson de Jesús Arévalo, por su responsabilidad en la manipulación de la escena del crimen del joven grafitero Diego Felipe Becerra, quien murió en la capital del país en agosto de 2011.
Según el magistrado, Arévalo sabía que se buscaba inculpar a Becerra con un arma y con la versión de que había amenazado al patrullero Wilmer Alarcón, para justificar que este le hubiera disparado causándole la muerte, por lo que ahora el oficial retirado tendrá que responder por los delitos de favorecimiento en homicidio agravado y fabricación, porte y tenencia de armas.
Aunque Arévalo no fue quien buscó el arma para inculpar al joven grafitero, sí habría apoyado la versión de que Becerra participó en el robo a un bus y el patrullero Alarcón lo había atacado en un acto de legítima defensa, con lo que desvió la investigación por la muerte del menor de edad.
En esta decisión, el Tribunal también dejó en firme la condena a 37 años de prisión de Alarcón y condenó a pagar 19 años y cinco meses de prisión al abogado Héctor Ruiz, quien habría planeado implantar una pistola en la escena del crimen.
Igualmente, dejó en firme la absolución de los coroneles José Javier Vivas y John Harbey Peña, pues nada los vincula con la manipulación de la escena del crimen y precluyó la investigación contra el conductor del bus Jorge Narváez y su esposa Nubia Mahecha, quienes habrían asegurado que Becerra los intentó robar pese a que ese día ese vehículo ni siquiera estaba en servicio.