Basada en al menos 130 testimonios, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) imputó a siete exintegrantes de las extintas Farc por ordenar y ejecutar secuestros en Antioquia y otros departamentos del país.
Se trata de exintegrantes del Bloque Noroccidental, quienes, a partir del ejercicio del secuestro, incurrieron en otros delitos como toma de rehenes, privación de la libertad, asesinato, violencia sexual, tortura, desaparición forzada y desplazamiento.
“Secuestraron siguiendo tres patrones criminales: para financiar su estructura, para forzar el intercambio por guerrilleros presos y para controlar los territorios donde operaron. El Bloque Nororiental fue el segundo de los siete bloques de las Farc con más secuestros. Fueron unos mil y pico de secuestros de los cuales 314 son del Bloque Noroccidental”, indicó la magistrada Julieta Lemetre.
Esta imputación está sustentada en 314 secuestros documentados en un auto de 400 páginas, crímenes que, por su gravedad, no pueden recibir amnistía. Los imputados por la Sala de Reconocimiento de la JEP responden a los nombres y alias de “El Viejo”, “Marcos Urbano”, “Víctor Tirado”, “Carranza”, “Rubín Morro”, “Pedro Baracutao” y “Manteco”.
“Se les ordena aportar a la Sala y a la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas toda la información disponible para encontrar a las víctimas”, agregó Lemetre.
Todos los imputados fueron en su momento comandantes de diferentes frentes y bloques de las extintas Farc entre 1993 y 2017, delinquiendo en Antioquia, Córdoba, Chocó, Risaralda y Caldas. El Bloque Nororiental, por su parte, llegó a tener 3.145 combatientes y 923 milicianos.
Según la JEP, este bloque fue responsable del secuestro del excongresista Óscar Tulio Lizcano, y del secuestro y asesinato del entonces gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria y el consejero de paz Gilberto Echeverri.