Sergio Raúl Cruz es guardabosques de la Fundación ProAves Loro Coroniazul y el Mirador, ubicados en el municipio de Genová en Quindío. Su trabajo principal es monitorear las aves, pero sobre todo velar porque la fauna y la flora no sean acechadas por el diario vivir de la humanidad.
Pero todo ese trabajo que realiza diariamente se vio recompensado cuando monitoreaba en la reserva Loro Coroniazul y de repente se encontró con un roedor conocido como el Toro Bambú colombiano, científicamente llamado (Olallamys albicaudus).
“Estaba realizando estudios en la reserva, cuando alrededor de las 2 de la tarde a 3430 metros de altura vi a este animalito por el sendero, alimentándose de cogollos de bambú y pasto, pensé por un momento que era un curí, porque es un roedor. Poco a poco me acerqué más y más, saqué mi cámara y lo empecé a fotografiar, él no mostró absolutamente ninguna preocupación por mí y, a pesar de su gran tamaño y de ser un animal salvaje, me dejó tomar las fotos hasta que se acercó a mí y se me subió encima”, dijo Sergio Raúl Cruz.
De acuerdo con el guardabosque, una vez compartió con el toro bambú y observar detalles de su comportamiento, decidió bajarlo para que siguiera comiendo y siguiera su camino.
“Fue sorpresa para mí saber que encontré una especie que está casi extinta, pero más sorpresa, emoción y satisfacción que haya compartido conmigo sin ningún temor”.
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El toro bambú o toro de los chusques colombiano es un roedor grande y distintivo con pelo suave y largo y una cola excepcionalmente larga con una punta blanquecina audaz. El cuerpo es de color marrón rojizo brillante, mientras que el vientre es blanquecino. La especie es prácticamente desconocida en vida y se considera casi endémica de Colombia.
Pero de acuerdo con este redescubrimiento, se tiene la evidencia de que la especie está en la zona, con lo que se puede deducir que hay parejas o familia numerosas de esta especie.
La Fundación ProAves planea estudiar esta especie con la esperanza de evaluar la población y comprender cómo pueden salvarla de la extinción.
La Reserva ProAves Loro Coroniazul y las áreas adyacentes se consideran un sitio de Alliance for Zero Extinction debido a su importancia mundial para las especies y sus hábitats en peligro de extinción.