El Parlamento de Cuba (unicameral) aprobó la versión final del esperado Código de Familias que será sometido a consulta popular a principios de 2022, e incluye una definición de matrimonio que abre la posibilidad a la unión entre personas del mismo sexo y la opción de que puedan adoptar.
Los diputados cubanos dieron luz verde a esta normativa redactada por un comité de 30 expertos que, en sus más de 450 artículos plantea, además, un papel relevante a los abuelos, con la posibilidad de poner en práctica pactos sobre el patrimonio antes de casarse y la opción de los padres de ponerse de acuerdo en el orden de los apellidos de sus hijos.
Según el diputado y ministro de Justicia, Oscar Manuel Silveira, "el proyecto no fabrica ni impone modelos, es reflejo de la realidad cubana. Coloca a Cuba y su pueblo en una posición que capta las diferencias y las protege. Es un proyecto de sumas y multiplicaciones, resultado de la participación de todos y todas, una ley moderna, inclusiva y protectora de todos los derechos… y de todas las expresiones de la diversidad familiar”.
Por su parte, la comunidad LGBTIQ de la isla, se ha mostrado inconforme ante el hecho de que el Código sea el único que irá a referendo entre las 70 normas jurídicas actualizadas con la nueva Constitución, porque consideran que la mayoría no debe refrendar sobre los derechos de la minoría.
Además, la Iglesia católica y la evangelista, cada vez con más influencia en el país, se manifestaron en contra del proyecto.
Para la diputada y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) Mariela Castro, la norma "refleja con exactitud la sentencia de Fidel cuando apuntó que la Revolución es, entre otras cosas, cambiar todo lo que debe ser cambiado. No es cambiar por moda, como algunos han querido hacer ver. Si no cambiar aquello que genera dolor, insatisfacciones, opresión y violencia y que nos aparta de la máxima martiana: la construcción de una sociedad con todas las personas y para el bien de todas las personas", aseguró.
El debate sobre la posible aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en Cuba inició en 2018, durante el proceso de reforma constitucional que culminó con la promulgación de una nueva carta magna en 2019.
Según la antigua constitución de 1976, el matrimonio era la unión "entre un hombre y una mujer", mientras la nueva Constitución establece que la definición final será detallada según lo proyectado en el Código de Familia.
La decisión se basó en la necesidad "de respetar todas las opiniones" surgidas en la consulta popular del documento, en la que la mayoría se mostró en contra de cambiar la definición de matrimonio.