Corea del Norte disparó el jueves un misil de largo alcance y dos de corto alcance, provocando la emisión de alertas de ataque aéreo en una isla surcoreana y en regiones del norte de Japón.
El ejército surcoreano dijo que había detectado "un misil balístico de largo alcance" lanzado sobre el mar del Japón "a las 07H40 (22H40 GMT del miércoles) desde la zona de Sunan en Pyongyang".
Poco después, también informó que había reportado lo que "cree que eran dos misiles balísticos de corto alcance sobre las 8H39 desde Kaechon, en la provincia de Pyongan del Sur", agregó.
Estos disparos ocurren un día después de que el país comunista dirigido por Kim Jong Un lanzara más de 20 proyectiles, uno de los cuales cayó en aguas territoriales surcoreanas.
Estas acciones, que se suman a una serie récord de ensayos armamentísticos de Pyongyang este año, coinciden con las mayores maniobras aéreas conjuntas realizadas jamás por Estados Unidos y Corea del Sur.
Los medios surcoreanos indicaron que las sirenas de ataque aéreo se volvieron a activar en la isla oriental de Ulleungdo, cuyos residentes fueron llamados a refugiarse en la víspera por un misil que cruzó de facto la frontera marítima entre las dos Coreas.
El gobierno japonés también emitió un aviso poco antes de las 08H00 locales (23H00 GMT) para los habitantes de sus regiones septentrionales para que buscaran refugio y no salieran a la calle.
Inicialmente, el gobierno dijo que un misil sobrevoló su territorio, pero su ministro de Defensa, Yasukazu Hamada, indicó después que el misil no cruzó el país, "sino que desapareció en el mar del Japón", que se extiende entre el archipiélago y la península de Corea.
- Sospechas de ensayo nuclear -
Dado que el disparo estuvo "acompañado por avisos de evacuación, esto sugiere con firmeza el lanzamiento de un misil de alcance intermedio o un misil intercontinental a pleno alcance", tuiteó Chad O'Carroll, de la web especializada NK News en Seúl.
"El segundo podría ser muy preocupante para algunos si alcanzó con éxito una distancia significativa", añadió.
Estados Unidos y Corea del Sur llevan meses advirtiendo que la serie reciente de disparos de Pyongyang puede culminar en el séptimo ensayo nuclear del país.
Este frenesí de lanzamientos indica "con bastante posibilidad que lo próximo serán test de armas nucleares tácticas. Probablemente muy pronto", dijo O'Carroll.
El académico de estudios norcoreanos Ahn Chan-il opinó también que "son eventos de precelebración de Corea del Norte antes de su próximo ensayo nuclear".
"También parecen como una serie de pruebas prácticas para su despliegue nuclear táctico", añadió.
El 4 de octubre, Corea del Norte disparó un misil que sobrevoló Japón y provocó alertas de evacuación. Era la primera vez desde 2017 que un proyectil norcoreano pasaba por encima del archipiélago nipón.
El régimen de Pyongyang dijo después que estaba probando un "nuevo tipo de misiles balísticos tierra-tierra de alcance intermedio" y que, junto a otros ensayos, eran "ejercicios nucleares tácticos" que simulaban un ataque sobre Corea.
- "Tormenta Vigilante" -
Esta serie de lanzamientos coincide con el despliegue de las mayores maniobras militares aéreas realizadas jamás por Estados Unidos y Corea del Sur, con cientos de aviones movilizados por ambos lados.
Corea del Norte dijo que estos ejercicios, bautizados por Washington y Seúl como "Tormenta Vigilante", eran "agresivos y provocadores" contra su país.
En la víspera, entre la veintena de proyectiles disparados, uno de ellos cruzó la línea de límite norte, la frontera marítima de facto entre las dos Coreas.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, dijo que ese lanzamiento constituía "una invasión territorial de hecho".
Las autoridades surcoreanas desviaron por seguridad algunas rutas aéreas que sobrevolaban el mar del Japón y su ejército disparó tres misiles aire-tierra que cayeron cerca de la frontera marítima entre ambos países.
Kim Jong Un multiplicó los ensayos militares este año y cambió recientemente las leyes para declarar como "irreversible" su arsenal atómico, descartando así la posibilidad de negociar una desnuclearización.