El papa Francisco invitó este jueves a miles de jóvenes reunidos en un estadio en Kinshasa a trabajar por un futuro mejor y a luchar contra la corrupción en la República Democrática del Congo (RDC), un país asolado por el desempleo y la violencia.
Al ritmo de tambores, cantos y danzas tradicionales, el líder espiritual de la iglesia católica hizo una entrada triunfal en el estadio de los Mártires a bordo de su papamóvil, saludando y bendiciendo a la multitud al son de la música.
Más de 65.000 personas, según los organizadores, participaron en el encuentro en un país que aspira a la paz frente a la violencia que asola el este.
Frente al "tribalismo" y el "individualismo", Francisco llamó a los fieles a dar prioridad a la "comunidad" y les invitó a tomarse las manos y a guardar silencio pensando "en las personas que les han ofendido".
El papa también criticó la corrupción, un grave problema en la RDC: "Todos juntos digamos: 'No a la corrupción'", clamó.
"Tu eres indispensable y responsable de tu iglesia y de tu país. Perteneces a una historia más grande que te llama a ser actor", dijo en un mensaje a los jóvenes, en un país marcado por el conflicto, el desempleo y las luchas por el poder y donde cerca del 60% de la población tiene menos de 20 años.
En las gradas del estadio, miles de adolescentes, estudiantes pero también adultos cantaban y aplaudían bajo un intenso calor. Muchos llevaban camisetas, camisas o gorras con la imagen de Jorge Bergoglio, el primer papa que visita el país desde Juan Pablo II en 1985.
"El M23 está matando a muchos de nosotros en el este, me gustaría que esto acabara porque lleva demasiado tiempo ocurriendo", dijo a la AFP Sheila Mangumbu, de 21 años, refiriéndose al grupo rebelde acusado por el gobierno de estar apoyado por Ruanda.
La visita, muy esperada, estuvo marcada el miércoles por el encuentro del papa con las víctimas de la violencia y el "vehemente llamado" que hizo luego ante las "crueles atrocidades" perpetradas en el este del país.
"Sus lágrimas son mis lágrimas, su dolor es mi dolor", dijo Francisco, que quier llamar la atención sobre las tragedias que afectan a ciertas "periferias" del mundo.
El pontífice también dijo estar "indignado" por la "explotación sangrienta e ilegal de la riqueza" de la RDC, donde la violencia de los grupos armados mató a cientos de miles de personas y llevó a millones más a huir.
Inicialmente el papa tenía previsto viajar a la ciudad de Goma, en el este, pero se canceló por riesgos para la seguridad.
- Contrapoder -
A pesar de la creciente influencia de las iglesias evangélicas desde la década de 1990, la iglesia católica sigue desempeñando un papel clave en la educación, la cultura, la política y el mantenimiento de las infraestructuras sociales y sanitarias de la RDC, donde a menudo ha actuado como contrapoder.
El papa, de 86 años, que se desplaza en silla de ruedas por dolores en la rodilla, tiene previsto reunirse este jueves con el primer ministro Jean-Michel Sama Lukonde en la Nunciatura Apostólica, la "embajada" del Vaticano en la RDC.
Luego se dirigirá a la catedral de Nuestra Señora del Congo, construida en 1947, donde pronunciará un discurso ante sacerdotes y religiosos.
Como es habitual en sus viajes, el jesuita argentino finalizará la tercera jornada de su visita con un encuentro privado con miembros de la Compañía de Jesús.
El miércoles, el papa celebró una misa al aire libre que, según las autoridades, congregó a más de un millón de fieles en un aeropuerto del este de la capital.
Se trata del 40º viaje internacional del jefe de la iglesia católica desde su elección en 2013, y del quinto al continente africano.
El viernes viajará a Juba, la capital de Sudán del Sur, el estado más joven del mundo y uno de los más pobres.