Opositor ruso Alexéi Navalny fue condenado a tres años y medio de prisión

Contando los meses que ya pasó en arresto domiciliario, Alexéi Navalny deberá permanecer en prisión por un periodo de dos años y ocho meses. El fallo tuvo lugar en un tribunal de Moscú por cargos de corrupción, sedición y por violación de la libertad condicional en su arresto previo.

Durante el juicio se presentaron protestas a las afueras del tribunal por parte de simpatizantes de Navalny que exigían su liberación y, luego de conocerse la sentencia, las manifestaciones desembocaron en enfrentamientos con la policía y más de 1.400 detenidos.

En cuanto a las acusaciones, el primer cargo contra el principal opositor del Kremlin y de Vladimir Putin, es por fraude comercial y blanqueo de capitales, pues en 2014 tanto él como su hermano Oleg, fueron señalados por el robo de 500 mil dólares de la empresa de perfumería Yves Rocher Vostok, entre otros presuntos delitos.

Además, La jueza asignada por la justicia rusa determinó que cuando Navalny volvió a Moscú hace pocas semanas, tras recuperarse del envenenamiento con el agente químico Novichok, violó la libertad condicional de esa condena previa.

Antes de recibir la sentencia, el líder opositor acusó al sistema judicial de arbitrario e insinuó que el presidente Vladimir Putin es un asesino.

"Todos se han convencido de que él (Putin) es un simple funcionario de tres al cuarto, que fue puesto en el cargo por casualidad. Nunca ha participado en un debate. Su único medio de lucha es el asesinato".

La reacción de la comunidad no se hizo esperar, pues el secretario de estado de Estados Unidos, Antony Blinken, condenó el arrestó y pidió a la justicia rusa liberar inmediatamente y sin condiciones a Navalny, así como a los miles de detenidos que ejercían su derecho a la protesta.

A la solicitud también se unió el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien escribió en su cuenta de Twitter: "la condena de Alexéi Navalny es inaceptable. Un desacuerdo político nunca es un crimen”, afirmó el mandatario y exigió también la liberación inmediata del opositor.

Cabe resaltar que en 2017 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenó a Rusia por sentencias "arbitrarias y poco razonables" de sus organismos de justicia y a pesar del rechazo inmediato de la comunidad internacional, el Kremlin no ha mostrado ninguna preocupación o intención de revertir la condena. De hecho, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso ya se rechazaron las peticiones de liberación y calificaron las acusaciones de los países occidentales como alegatos basados en un divorcio de la realidad.