Joe Biden dijo por primera vez el viernes estar "convencido" de que el mandatario ruso, Vladimir Putin, "ha tomado la decisión" de invadir Ucrania, y que la multiplicación de enfrentamientos pretende crear una "falsa justificación" para lanzar la ofensiva en la próxima "semana" o "días".
Pero el presidente de Estados Unidos dejó la puerta abierta al diálogo. "Hasta que lo haga, la diplomacia siempre es una posibilidad", dijo en una alocución televisada desde la Casa Blanca, y anunció que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunirá el jueves 24 en Europa con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, hablará por teléfono con Putin el domingo, al día siguiente de una llamada con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.
Zelenski prevé asistir a la Conferencia de Seguridad de Múnich, que se celebra hasta el domingo con muchos líderes internacionales. Biden cuestionó abiertamente si era "sabio" de su parte abandonar Ucrania en medio de la creciente tensión.
Rusia niega cualquier plan de invasión pero exige garantías para su seguridad, como la retirada de la OTAN de Europa del Este, que los países occidentales rechazan.
"Falsa justificación"
Los temores de una intervención militar rusa en Ucrania eran más fuertes que nunca en medio de crecientes violaciones del alto el fuego entre los separatistas prorrusos y las fuerzas ucranianas que han estado luchando desde 2014 en el este de Ucrania.
Los líderes de los territorios secesionistas prorrusos de esta región ordenaron la evacuación de civiles a Rusia.
"Todo es consistente con la estrategia que los rusos han usado en el pasado, que es crear una falsa justificación para intervenir contra Ucrania", dijo Biden después de otra conferencia telefónica con sus aliados de la OTAN.
Un funcionario estadounidense estimó el viernes que Rusia tenía 190.000 tropas, incluidas las de las fuerzas separatistas en Ucrania.
Es "la mayor concentración de tropas militares" desde la Guerra Fría, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al señalar que Rusia podría pasar al ataque sin advertencia.
Putin acusa a Kiev
Putin, a su vez, acusó a Kiev de alimentar el conflicto y señaló un "agravamiento de la situación en Donbás", una región donde el ejército ucraniano ha estado luchando contra las fuerzas prorrusas apoyadas por Moscú durante ocho años.
"Todo lo que tiene que hacer Kiev es sentarse a la mesa de negociación con los representantes (de los separatistas) de Donbás y llegar a un acuerdo", afirmó.
Occidente prometió devastadoras sanciones económicas a Moscú en caso de invasión de Ucrania. Convertirían a Rusia en un "paria", aseguró un alto funcionario estadounidense el viernes.
Pero Putin volvió a hacer a un lado la amenaza: "Las sanciones se impondrán ocurra lo que ocurra. Haya o no una razón, ellos encontrarán una, pues su objetivo es frenar el desarrollo de Rusia".
Para aumentar las tensiones, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció que Putin supervisará personalmente los ejercicios militares programados para el sábado, que involucran misiles con capacidad nuclear.
¿Retirada o no?
A lo largo del día, los beligerantes en el este de Ucrania se acusaron mutuamente de violar una tregua y usar armas pesadas.
Por la tarde aún se escuchaban bombardeos en Stanitsa Luganska, ciudad bajo control ucraniano, según periodistas de AFP. Ya había sido objeto de disparos el día anterior, que impactaron en una escuela infantil.
El líder separatista de la región de Donetsk, Denis Pushilin, anunció una evacuación de civiles a Rusia, "en primer lugar mujeres, niños y ancianos".
Su homólogo de la vecina "república" de Lugansk, Leonid Passetchnik, hizo lo mismo antes de llamar a "todos los hombres capaces de empuñar un arma para defender su patria".
Y Putin ordenó el pago de 10.000 rublos (unos 114 euros, 129 dólares) a cada persona que abandone estas zonas. Los canales de televisión rusos mostraron imágenes de evacuaciones de niños reunidos en el patio de un orfanato.
A medida que aumentan las tensiones en el terreno, Rusia volvió a afirmar el viernes proceder al retiro de unidades militares en las afueras de Ucrania. Pero Ucrania respondió que eso no está pasando.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, incluso aseguró que el ejército ruso estaba enviando "más fuerzas" y preparándose para una intervención "acercándose a la frontera, posicionando tropas, aumentando sus capacidades logísticas".
Al mismo tiempo, Washington y Londres acusaron a Moscú de ser "responsable" de los últimos ataques cibernéticos contra sitios web oficiales ucranianos esta semana, a pesar de las negativas del Kremlin.
Rusia dice que no se alejará de Ucrania a menos que los países occidentales acuerden nunca permitir que Kiev ingrese a la OTAN y retirar las fuerzas estadounidenses de Europa del Este, creando efectivamente una nueva versión de las esferas de influencia de la era de la Guerra Fría en el continente.
El conflicto entre los rebeldes prorrusos fuertemente armados y las fuerzas gubernamentales ucranianas en el este del país dura ya ocho años, y se ha cobrado la vida de más de 14.000 personas y forzado a más de 1,5 millones a abandonar sus hogares.