Leidy Johanna Pérez Suárez, una lideresa y emprendedora que construye paz en Catatumbo
Esta mujer, oriunda del municipio de Ocaña, a través de su liderazgo en el corregimiento de Otaré, apoya a 64 mujeres en su crecimiento personal. Ellas, a pesar de ser víctimas del conflicto, le están aportando al desarrollo de su comunidad, con la Asociación de Mujeres Ocañeras para la Superación Integral de la Familia -AMOSIF-, todas campesinas que por distintas circunstancias son cabeza de familia, han querido cambiar el rumbo de sus vidas.
Esta asociación se conformó en el año 2015, momento en el que en esta región la mujer no jugaba un papel protagónico en distintos escenarios. Es así que Leidy, al terminar sus estudios de bachillerato, inicia una formación en el Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA- donde crea la asociación.
“Surgió por una idea que se dio en la secretaría de desarrollo rural de la alcaldía de Ocaña, yo inicié mi etapa productiva del Sena y en compañía de un grupo de 30 mujeres, decidimos crearla, buscando un mayor reconocimiento, pero, además, que la asociación la integrara todo el núcleo familiar, teniendo en cuenta la importancia de las familias en la sociedad y que las mujeres somos la cabeza principal para una familia estable”, afirma Leidy.
Estas mujeres han atravesado situaciones difíciles por el conflicto armado, a muchas les arrebataron sus hijos o sus esposos, convirtiéndolas en madres cabeza de familia.
“Por eso lo más importante es el rol que tienen de ser mujeres campesinas que ayudan a producir los alimentos que a diario se consumen en los hogares ocañeros, pero que lamentablemente no se les remunera”, afirmó Pérez Suarez.
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La asociación es sin ánimo de lucro y basa sus procesos en acompañamiento a las mujeres en su empoderamiento y motivándolas a salir adelante, según Leidy, “cuando una mujer es independiente se rompen todos esos temas de maltrato, las violencias basadas en género y por esto nos unimos con varias instituciones para crear unidades productivas desde sus conocimientos, porque son mujeres que tienen bajos niveles de escolaridad”.
La lideresa complementa diciendo que: “actualmente varias organizaciones como GIZ, Colombia Transforma, la alcaldía de Ocaña, Impulsa Colombia o el Fondo Mujer Emprende, han permitido que podamos sacar adelante proyectos productivos individuales y colectivos como especies menores de pollos de engorde, gallinas ponedoras y de la parte Agrícola”.
Además de fortalecerse para aportar a la sociedad, ellas han contribuido a que las nuevas generaciones tengan una vida sana, basada en una seguridad alimentaria:
“La mujer siempre ha sido la cabeza principal al momento de producir desde la parte agrícola y pecuaria, solo que no se les ha sabido reconocer, porque en la asociación ellas no solo atienden la casa, sino que, se van para el corte a sembrar o arrancar la cosecha, cuidan animales, venden ellas mismas sus cosechas”, agrega.
“Pero son las que preparan la comida del día siendo las principales responsables de que sean alimentos que les aporten los beneficios necesarios a sus familias”, concluyó.
