Gloria Moreno, esposa de Germán Castro Caycedo, confesó en Señal de la Mañana de Radio Nacional de Colombia que el fallecido escritor era un hombre entusiasta por la vida y que generalmente no le gustaba hablar de enfermedades y de la muerte. Contó que se enteró que tenía cáncer ocho días antes de su deceso, pero que él no se lo quiso decir con ánimos de no preocuparla.
“A pesar de que le descubrieron el cáncer en un estado avanzado, la enfermedad nunca se manifestó, no sintió algún dolor y fue fácil su partida. Se fue con esa dignidad que lo caracterizó siempre, y hasta en sus últimos días fue capaz de imprimirle un sello especial a la vida”, manifestó.
Sostuvo que su esposo siempre fue un hombre muy expresivo y amoroso, respetuoso por su profesión y que se caracterizó por un gran sentido del humor pese a que los demás lo reconocían como una persona muy seria. Detalló que tenía una gran facilidad para manifestar lo que pensaba y sentía no solo desde lo intelectual, sino desde lo emocional.
“Tenemos una sola hija y dos nietas, una de 11 años que se llama Maia y otra de nueve que se llama Nina. Siempre describía las cosas lindas de su hija Catalina y de sus nietas. Tampoco desaprovechaba alguna oportunidad para expresarme su amor”, dijo Moreno.
Recordó que en estos últimos días rememoraron muchas de las vivencias que compartieron juntos, incluso Castro Caycedo le agradeció por haberlo acompañado en todas sus ideas, proyectos y sueños.
La también periodista aprovechó para relatar la manera como se conocieron trabajando en el diario El Tiempo. Contó que después de regresar de Francia y empezar a trabajar en el reconocido medio de comunicación, se interesó por conocer al escritor y periodista por los importantes proyectos que había realizado en el periodismo, sin contemplar que era el principio de una gran historia de amor.
“Nos conocimos y a los 8 meses me estaba proponiendo matrimonio, que fue el momento cuando Germán dio el salto de El Tiempo a RTI Televisión y empezó a trabajar en el programa Enviado Especial. Económicamente ya había una mayor holgura, y de ahí comenzó nuestro recorrido; duramos 45 años de casados y como le dijo en estos días a la médica que lo atendió en la Clínica Reina Sofía: ‘Hace 45 años se me apareció Dios’. Siempre me manifestó su amor”, expresó.
Dijo que, como en cualquier relación, se presentaron algunos momentos de crisis, pero que siempre los pudieron superar. De hecho, relató una anécdota sobre una visita que realizaron juntos a una terapeuta familiar.
“Después de media hora de sesión, la terapeuta nos dice: ‘acá no necesitan un psicólogo, sino un antropólogo, porque hay una diferencia cultural muy grande’. Lo que pasa es que yo soy paisa y él nació en Cundinamarca. Sin embargo, logramos acoplarnos con mucho amor”, indicó.
Frente a los homenajes y los mensajes que le han llegado tras el fallecimiento de su esposo, Moreno afirmó que lo más gratificante no es leer y escuchar los reconocimientos sobre su labor en el periodismo y la escritura, sino los agradecimientos por el ser humano lleno de cualidades que fue y por esa conexión espontanea que tenía con la gente.
“Ayer mi sobrina me dijo que eran 8 millones de personas hablando de él en Twitter, casi la población de la ciudad de Bogotá. Tenía credibilidad porque siempre respetó al otro, prefería darle una entrevista a un joven que a un medio de comunicación. Le interesaba muchísimo poderle contestar y ayudar a un periodista en formación”, señaló.
Finalmente, comentó que los últimos trabajos realizados por Castro Caycedo fueron el libro ‘Huellas’, publicado hace dos años, y la creación de su propio sitio web en el que hace una recopilación de sus obras y crónicas más importantes. Además, mencionó que el desparecido periodista nunca perdió el interés por informarse y analizar la realidad del país.