Hablar de carranga es sinónimo de campo, naturaleza y de su más grande exponente: el maestro Jorge Velosa, quien para finales de los años 70 quiso rescatar la música campesina que, según su sentir, estaba desapareciendo. Una mezcla entre torbellinos, guabinas y otras expresiones musicales de las regiones, dieron origen al género con el que los campesinos se identifican y resignifican su labor diaria.
De vivencias en la tierra y de su trabajo por pregonar la carranguería, habla siempre el maestro Velosa. “El personaje más importante en mi vida y en el país, creo que es el campesino colombiano y cuando hablo de campesino hablo de hombre y mujer, de niño y de niña”, así inició la conversación con la que entre copla e historia deja claro su amor por el campo.
Al preguntarle por el significado de la carranga, respondió sin titubeos “la música carranguera, somos hablares, historias, copla, canto y poesía, eso es lo que pregonamos, eso es la carranguería, un abrazo musical y un pacto por la alegría, la carranga debe y tiene que ser el elogio de la vida”.
Mientras explicaba de manera detallada las peripecias que vivió para rescatar la música campesina, también dejó muy en claro su posición con respecto a los nuevos intérpretes de la carranga, quienes con ritmos modernos buscan conservar esa tradición campesina y llegar a nuevos públicos.
“La carranga no es un punto de llegada, es un punto de partida. Cada generación viene con su música de fondo, las culturas deben evolucionar y cada quien debe retomar de otras músicas como nos están retomando a nosotros. Hay muchos grupos de música carranguera, por fortuna, es más, están haciendo carranga urbana y entre todos estamos tejiendo este camino carranguero, este camino país”, señala.
Sabe que en el campo es donde se empieza a escribir la paz, por eso, describirle la forma en que los campesinos del municipio de Convención acompañan sus tareas en los cañaduzales con su música le llena el corazón de alegría, pues a sus 70 años lograr que la vida del campo se haya vuelto música lo emociona.
Recordó como hace cuatro años estando en Cartagena como invitado para la firma de los acuerdos de paz, escribió una copla en la que expresa su concepto de la paz.
“En Cartagena firmamos por la paz otro destino, ruego que a todos proteja, pero más al campesino, quien, de todas las violencias, es el que más ha sufrido”
La paz siempre será importante dentro de la carranga, por eso al pasar un tiempo decidió complementar aquella copla que había escrito en Cartagena.
“Nuestros cantos son de paz, y los seguimos cantando, porque la paz es de todos, la paz no es de ningún bando”
Para el maestro Velosa, la paz se construye de a poquitos, en los caminos, en las tiendas, en la casa, con la familia, con los amigos, en la escuela, en los medios de comunicación, en las canciones que canta. La paz se hace en la vida cotidiana.
Para las agrupaciones musicales que están impulsando la carranga dejó un mensaje muy claro y es el de hacer canciones bonitas, porque una canción bonita es una canción de paz y para los campesinos y todos los colombianos dejo su más sentido mensaje muy al estilo del carranguero mayor: “Como dijo el armadillo, hablando siempre a su modo, la paz es como el pan, la paz es buena con todo”.