Omar Santa Cañas, es administrador de empresas agropecuarias, pero su verdadera vocación es la docencia, que lleva ejerciendo hace 23 años en la Institución Educativa Naranjal en zona rural del municipio de Chinchiná, departamento de Caldas.
El docente viaja todos los días desde Chinchiná hasta la vereda Quiebra del Naranjal, donde está ubicado el colegio, aproximadamente a 20 minutos por una vía semi destapada, para transmitir sus conocimientos a los 500 niños, niñas y jóvenes de esta institución.
La Institución Educativa Naranjal está acreditada con la especialidad agropecuaria y agroindustrial, donde Omar Santa Cañas, junto a otros docentes que están capacitados en estas áreas, orientan asignaturas como escuela y café, seguridad alimentaria, producción pecuaria y agroindustria, con el único propósito de que estos jóvenes campesinos no migren a las ciudades y sean productivos en sus territorios.
“La docencia es la carrera más hermosa y la ejerzo con mucho amor porque uno se convierte en un amigo incondicional para los chicos y es uno quien termina aprendiendo de ellos, además los estudiantes del sector rural son una generación de relevo que debemos cuidar a través de los años para que sigan cultivando sus conocimientos sobre el campo”, expresó.
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El profesor dicta desde la primaria hasta el grado sexto seguridad alimentaria con la intención que lo repliquen en sus hogares; y desde séptimo a noveno enseña germinadores, establecimientos de cafetales y abono - compostaje; en décimo y once inician su carrera técnica agropecuaria.
“El propósito de todas estas enseñanzas es que los estudiantes rurales se queden en sus territorios porque el campo es maravilloso, y muchos de ellos quieren migrar a las ciudades, entonces lo que pretendemos es que sean profesionales agrónomos, veterinarios, pero que se queden en sus lugares de origen y aprovechen lo que produce su entorno”, indicó Omar Santa Cañas.
Omar Santa, es un educador apasionado por el campo, pero sobre todo por formar profesionales, ha graduado agrónomos, veterinarios, incluso a alcaldes y gerentes que ahora le agradecen no solo por formarlos como profesionales sino como grandes seres humanos.