Ante la avalancha de contenidos que circulan, en especial en época electoral, con mensajes de conspiración, fraude, afirmaciones engañosas, mentiras y/o montajes principalmente a través de medios sociales, se hace pertinente asumir un rol activo como ciudadanos responsables antes de compartir o difundir información que pueda confundir, desinformar, o manipular la veracidad de los hechos y alterar la intención de voto.
Álvaro Enrique Rodríguez Hernández, docente de la Escuela de Comunicación, Artes Visuales y Digitales del Politécnico Grancolombiano, aconseja:
1. Cerciorarse de las fechas de publicación de los contenidos o mensajes que se reciben o leen, pues muchas veces se comparte información que ha caducado pues aunque la información sea verdadera, puede que no esté vigente, de ahí la importancia de revisar cuándo fue publicada, cuándo se investigó, cuándo se dio a conocer a la opinión pública.
2. Evaluar quién envía la información. Todos estamos expuestos y somos vulnerables a recibir y compartir información falsa, unas personas más que otras, algunas de ellas sin conocer o analizar esos contenidos, de ahí la importancia de evaluar si es una persona con criterio, cuestionar si sabe de dónde salió la noticia, de cuándo es, en dónde se publicó, etc.
3. Revisar la forma como está redactada la información, generalmente los contenidos falsos presentan errores muy evidentes de redacción u ortografía, o utilizan titulares llamativos, tendenciosos o alarmistas o usan letras mayúsculas y signos de exclamación.
4. Examinar qué tanta información de respaldo o de contexto tiene el mensaje, ya que frecuentemente las noticias falsas suelen ser contenidos muy superfluos, sin fuentes. En estos casos es primordial verificar los datos para evaluar dónde más se ha publicado y seguir rastros de información que me permitan determinar si es cierta o no.
5. Corroborar la información. Consultar con fuentes oficiales para constatar que la información que se recibe es real, verdadera y actual. Esto se puede hacer a través de las páginas web, cuentas y redes sociales oficiales de los candidatos, partidos o instituciones, revisando si lo que se lee , se ve o llega corresponde con lo que dice la fuente principal.
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Por su parte, José Felipe Sarmiento, subeditor de Colombiacheck, plataforma digital verificadora de fuentes y noticias, recomienda:
1. Mantener una dieta balanceada de consumo de información. No informarse solo a través de los medios o plataformas que reafirman los sesgos o creencias que la persona pueda tener sobre su candidato o partido político, sino tratar de consumir contenidos que también tengan puntos de vista contrarios que permitan tener un equilibrio informativo.
2. Dudar de todos los contenidos, mensajes o cadenas que lleguen o se ven. Quienes se dedican a propagar la desinformación tienden a usar unas estrategias para saltarse esas barreras racionales que como seres humanos tenemos, apelando al cerebro más primitivo, tratando de generar confianza. Si trae el típico mensaje “reenvía esto a todos tus contactos porque los grandes medios te mienten” hay que sospechar.
3. Examinar los detalles. A veces hay fotos o videos que con solo mirarlos uno se da cuenta que no son reales, y que han sido manipulados. Puede en ocasiones suceder que la foto sea real pero que haya sido sacada de contexto. , por ejemplo, cuando en el fondo de la imagen aparece algún elemento de paisaje que le indica que es de otro país, Aires o como de Colombia y esta el metro elevado de Bangkok no tiene nada que ver. Es cuestión de fijarse en los detalles.
4. Utilizar herramientas de verificación. En la medida de los posible aprender a utilizar ciertos instrumentos sencillas que usamos en nuestro día a día como Google, para tratar de verificar una frase, un mensaje, o revisar si la información sobre lo que dijo el candidato por ejemplo, aparece en sitios confiables, en qué contexto lo dijo, si hay una grabación, etc.
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Otros expertos también señalan algunos consejos relevantes:
1. No replicar información si no está 100% verificada.
2. Aunque suene obvio, siempre es importante leer la información completa. Muchas personas comparten noticias sin siquiera leerlas o solo por el titular. Al leerlas se pueden verificar datos, fechas, eventos, etc.
3. Comprobar si verdaderamente es una noticia o información real o si se trata de un contenido humorístico o satírico.