Mientras en Colombia la fortaleza de la coalición de gobierno sigue en una puja para saber quiénes se quedarán en ella, desde Madrid, España, en donde está en una visita de Estado, el presidente de la República, Gustavo Petro, aseguró que la lucha para dar los grandes cambios que en momentos parecieran ser rechazados en el Congreso, podrían llevar a incumplir los sueños de los colombianos que lo eligieron.
“Obviamente, desato la discusión. Obviamente, en mí se centra el ataque de quienes no quieren los cambios, de quienes creen que el mundo está bien así. Y en mí también se concentran las esperanzas y me da temor no poderlas cumplir”, señaló Petro en el discurso ante el Congreso de los Diputados, en donde estuvo por cerca de media hora.
Incluso Petro les contó que esas voces las ha encontrado en las calles de Madrid, en las cuales, en los recorridos que ha hecho en estos dos días que lleva de visita han sido varias en su apoyo para que siga adelante con su gobierno.
“Voces en mano cuando veo en las calles las grandes manifestaciones, cuando encuentro a mi gente en las esquinas, aquí no más en Madrid, por montones, mujeres llorando, mujeres esperanzadas en que yo pueda cambiar el rumbo de mi país. Temores de no poderlo hacer, creo que eso llega a cualquier dirigente político, el temor de no cumplir con lo que la historia demanda de él”.
“Aún un joven latinoamericano está casi en todas las banderas de quienes protestan en cualquier rincón del mundo, de quienes quieren justicia en cualquier rincón del mundo. Ese mundo nuestro está vivo. Tan vivo que soy el único presidente que ha llegado a ser de esa generación”, manifestó el mandatario, quien incluso hizo una comparación con el Quijote.
Petro sostuvo en ese sentido que “no se puede desligar la búsqueda de la justicia con la búsqueda del amor. Lo racional del pensamiento político está ligado al sentimiento; no se puede desligar un sentimiento que le inculca la pasión a la justicia. En el Quijote se encuentra, a veces soñaba con un ejército de Quijotes buscando la justicia del mundo. Miles y miles de Quijotes era lo que en la mente de un adolescente se empezaba a construir y marcó mi existencia, porque de alguna manera me convertí en un Quijote. No cabalgaba. Colombia es difícil de cabalgar”.