Actualmente, en Colombia todavía está permitido que menores de edad contraigan matrimonio. Y esto no solo sucede en comunidades rurales o alejadas de las capitales. Tan solo el año pasado, en el país se registraron 114 matrimonios infantiles, siendo Antioquia, Atlántico y Bolívar los departamentos con mayor incidencia, lo que muestra que esta problemática es una realidad cotidiana en Colombia.
El Código Civil Colombiano establece en su artículo 117 que: “los menores de la edad expresada (14 años) no pueden contraer matrimonio sin el permiso expreso, por escrito, de sus padres legítimos o naturales”. Esto quiere decir que basta con un documento para que los niños, niñas o adolescentes puedan entrar en un matrimonio infantil o en “unión temprana”, incluso, si su pareja es mayor de edad. Si existe un papel firmado por los padres o tutores, la unión es completamente legal, aunque la niña o el niño esté bajo presión o amenaza.
Por esta razón, está transitando en el Congreso de la República un proyecto de ley que tiene como consigna el lema: “Son niñas, no esposas”y tiene el propósito de erradicar el matrimonio infantil, las uniones maritales de hecho y las uniones tempranas (MIUT), en las cuales uno o ambos sean menores de edad, y luchar por una infancia libre de violencias. Las autoras son las representantes a la Cámara Jennifer Pedraza y Alexandra Vásquez. Esta iniciativa ya superó el segundo debate en la plenaria de la cámara y ahora hace tránsito al senado.
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Cabe mencionar que esta es una problematica global, pues en el mundo hay 50 millones de personas en esclavitud, de las cuales 28 millones desempeñan trabajos forzosos y 22 millones se encuentran en matrimonios forzados, entre esas, 12 millones de niños y niñas. Bajo este contexto es que se hace importante poner este tema sobre la mesa para analizar por qué se da este fenómeno, cuál es su impacto en la niñez colombiana y, en especial, aproximarse a soluciones que garanticen que se cumplan los derechos de los menores de edad en el país.