Diferentes estudios epidemiológicos ya han señalado que un consumo regular y moderado de cafeína parece ralentizar el deterioro cognitivo relacionado con el envejecimiento y el riesgo de desarrollar la enfermedad de alzhéimer.
Esta enfermedad se caracteriza por problemas de memoria, funciones ejecutivas y de orientación en el tiempo y en el espacio.
En un nuevo estudio, publicado el viernes en la revista "Brain", investigadores del centro francés de investigación Lille Neuroscience y Cognition analizaron los mecanismos que provocan el desarrollo de la enfermedad.
La cafeína influye en los receptores situados en las neuronas que favorecen la pérdida de sinapsis. Cuando estos receptores aumentan de manera anormal, esto a su vez contribuye al desarrollo temprano de problemas de memoria en animales que sufren de alzhéimer.
En 2016, el mismo equipo de investigación había descrito uno de los mecanismos por los cuales la cafeína podía bloquear en el animal estos mismos receptores.
"Podemos imaginar que bloqueando estos receptores, cuya actividad es superior en los pacientes con alzhéimer, la cafeína podría prevenir el desarrollo de problemas de memoria e incluso otros síntomas cognitivos y conductuales", indicó David Blum, director de investigación en el Inserm (Instituto Francés de Salud e Investigación Médica), uno de los autores del estudio.
Actualmente los expertos llevan a cabo un ensayo clínico en el Centro Hospitalario Universitario de Lille, con 248 pacientes.
La mitad de los pacientes recibirán 400 mg de cafeína, la otra mitad un placebo.
Su objetivo es evaluar el efecto de la cafeína en las funciones cognitivas de pacientes con formas tempranas a moderadas de la enfermedad de alzhéimer.
"Si el ensayo es positivo, nos animará a lanzar un ensayo de mayor envergadura. Potencialmente, esto podría significar que la cafeína puede ser utilizada como medicamento para el tratamiento de esta enfermedad", precisó a la AFP.