Desde el 18 de junio está en salas de cine colombiano la película “El origen de las especies”, un trabajo colectivo de Crisálida cine que plantea soluciones inesperadas y nos obliga a poner atención no solamente hacia nuestro planeta dolorido, sino también hacia las nuevas formas de hacer cine.
Es una película para dejarse llevar a nivel sensorial, que cambia en cada retina. Está formada por varios cortos rodados en pueblos de Antioquia como Támesis, San Francisco, San Carlos, Cocorná y otras ciudades como Buenaventura. Uno de los hilos conductores es el sonido, que mezclado con imágenes de ciencia ficción, catastróficas y expansivas, deja al espectador con muchas preguntas.
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“El origen de las especies” narra que después de viajar por el cosmos, en el interior de gélidas rocas de hielo, una nueva y enigmática especie cambia el rumbo del planeta azul, cuando millones de estas rocas impactan en la vastedad de la tierra.
Este colectivo de Medellín formado por:
- Tiagx Vélez: Cineasta, docente y travesti. Magíster en Cine Documental.
- Juliana Zuluaga: Antiespecista y militante feminista. Magíster en Cine Documental.
- Analú Laferal: Escritora primípara, performer en retirada y náufraga del ruido corporal; ha recorrido un camino largo de investigación, creación y producción de un cine difícil de catalogar y que ellos llaman: Cine mutante transfuturista.
Crisálida habló con Radio Nacional acerca de la idea de esta película:
“Llevamos 5 años filmando cortos y materiales con unas preguntas posthumanistas. La principal es ¿Qué pasaría si se extingue la especie humana? ¿Qué habría después? Decidimos hacer una obra mutante y capitular con todos estos materiales, en los que invitamos a los espectadores a viajar por varios tiempos y mundos, de una manera sensorial”, señaló Crisálida.
La película plantea preguntas sobre nuestro papel en medio del estado actual del medio ambiente, nos enfrenta a un escenario fatalista:
“La película es una invitación a pensar cómo podemos rehabitar un mundo que se está enfrentando a un colapso medioambiental. De qué manera, a través de la especulación, la ciencia ficción y el cine, podemos establecer lazos con las máquinas, otras especies y el mundo natural, que nos posibiliten encontrar pequeñas fugas al sistema capitalista y que nos permitan huir del fatalismo en el que hoy se encuentra volcado gran parte del mundo”.
Para llegar a la creación de este film, el colectivo invirtió muchos meses de investigación en los cuales hicieron parte de grupos de estudio, aunque también se valieron de su intuición:
“A partir de un marco político antiespecista y transfeminista que permitió ir descubriendo y decidiendo los formatos, soportes y narrativas ideales para consolidar la idea final de la película. El proceso retrospectivo y de ensamble fue fundamental, debido a que la película tuvo su origen posteriormente al rodaje de otros ejercicios más cortos. Además, la investigación que estructuró la narrativa estuvo también integrada por revisión de archivo y reapropiación de materiales anteriores”, comenta Crisálida.
Una de las cosas que más llamó mi atención fue como el sonido te puede llevar a escenarios imposibles, pues estamos acostumbrados a ver y oír elementos que concuerdan, y en “El origen de las especies” hay muchas sorpresas:
“Todos los sonidos que escuchamos como espectadores fueron creados en un estudio de sonido. Se apeló, entonces, a construir una rareza desde las mismas fuentes que producen el sonido, en donde por ejemplo el canto de un pájaro puede sonar como el ruido de un motor”, expresa el colectivo.
Durante los meses de junio y julio en ciudades como Medellín, Bogotá y Cali se podrá ver “El origen de las especies”, una propuesta cinematográfica con la que seguramente, nunca se ha encontrado y vale la pena conocer el planteamiento de sus creadoras invita a la curiosidad para que todos los colombianos vayan al cine a descubrir este tipo de cine:
“Esta película parte de una premisa, que al contrario de lo que intenta hacer el capitalismo, que es hacernos sentir derrotados, plantea un resurgimiento después del caos, el fin es un nuevo comienzo. En Colombia, donde hemos estado tan acostumbrados a unas propuestas realistas y naturalistas, la ciencia ficción y la fantasía llegan para posibilitarnos la imaginación”, concluyó Crisálida.