Sus ojos color café cobran mayor brillo cada vez que entona uno de estos cantos tradicionales que le evocan el recuerdo de sus padres ya fallecidos.
Aprendió a cantar bullerengue por puro azar. La maestra Eulalia, mientras hacía los oficios en la casa, cantaba y cantaba, y “La Payi , escuchaba y aprendía atenta en silencio. Hoy en día es una de las pocas cantadoras vivas que quedan en María la Baja (Bolívar).
Y como lo ha dicho Petrona Martínez, las penas se alegran cantando. Pabla Flores calentará la fría capital, en el marco del “Cultura y Paz , organizado por el Distrito.
Aprovechando su visita, se estará presentando este viernes 28 de marzo en el centro de la ciudad (Cra 4·12c-14), para evocar la presencia de la gran “Yaya y de todas las bullerengueras que cantan en el cielo.