Una asociación de mujeres integrada por madres cabeza de hogar le dieron vida a la primera cosecha de ahuyama cultivada en el municipio de Castilla la Nueva en el Meta. Se trata de los primeros 22.000 kilos de ahuyama sákata cultivados y comercializados por un grupo de mujeres emprendedoras de este municipio.
La Asociación de Mujeres Emprendedoras de Castilla La Nueva, (Asomuencas) conformada por mujeres de distintas edades entre las que se destacan víctimas de la violencia, decidieron apostarle a la ahuyama sákata, una hortaliza que aporta nutrientes como potasio, calcio, vitamina A, fósforo, magnesio y zinc.
Patricia Chisco, representante legal de la asociación y técnica en cultivo y saneamiento ambiental, expresó que escogieron la ahuyama gracias a las propiedades que tiene esta hortaliza y además por lo interesante que ha sido trabajar con mujeres, “Tomamos la decisión y gracias a Dios nos ha ido muy bien en el proceso. Ha sido una experiencia maravillosa y más aún trabajar entre mujeres, porque nos apoyamos y tenemos diferentes formas de trabajo y eso nos ha ayudado".
La asociación la integran 50 mujeres, 9 de ellas fueron favorecidas por la convocatoria 'El Campo Emprende' apoyado por el Ministerio de Agricultura y Ecopetrol, quienes financian emprendimientos rurales asociativos en el país y de donde nació la idea de cultivar ahuyama en el Meta.
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"Nosotras hicimos un estudio de mercadeo y nos dimos cuenta, que aquí en el municipio nadie sembraba ahuyama, ni siquiera en San Martín ni en Granada, nos pareció maravilloso porque es un cultivo a corto plazo, es decir solo se necesitan 75 días para ver la cosecha”, indicó Patricia.
De igual forma explicó que, el cultivo de ahuyama no es tan arriesgado como otros productos a cultivar en el Meta, consideran que, es una planta que puede dar su fruto en épocas de verano e invierno, además el clima y la tierra del Meta contribuye a tener un cultivo de buena calidad.
Leidy Delgado, emprendedora y víctima del conflicto armado desde hace más de 15 años, cuenta que a raíz del desplazamiento y las dificultades económicas y psicológicas que ha tenido que vivir, pertenecer a Asomuencas ha sido un proyecto de superación personal.
“He tenido la oportunidad de aprender, de compartir, aportar conocimientos y sobre todo de tener la satisfacción económica que nos brinda el cultivar y comercializar este producto porque nos hemos involucrado en todo el proceso”, indicó Leidy.
Leidy es una de las mujeres que ayudan desde el acondicionamiento del terreno, la siembra y el riego hasta el manejo de control de plagas, “Las ventajas de este cultivo es que se adapta a todos los tipos de suelo además de resaltar que es a corto plazo. Es un producto que se consume ampliamente por su versatilidad ya que puede ser usado de varias formas, como en cremas, dulces, tortas, purés y sopas”.
Las mujeres han recibido recursos para el fortalecimiento de la asociación, así como para la adecuación del terreno y la compra de elementos necesarios para el cultivo “Nosotras hemos hecho de todo, nos ha tocado duro, desde coger un machete hasta sembrar, cosechar y recoger la ahuyama”, concluyó Leidy.
Los primeros 22.000 kilos de ahuyama sakata fueron comercializados por las mujeres en el mercado local como en tiendas y supermercados, en Bogotá y otras ciudades.
Actualmente, líderes de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Castilla La Nueva y 10 asociaciones más buscan ante la secretaría de Agricultura e integrantes del programa ‘El Campo Emprende’ el fortalecimiento de 11 proyectos productivos para el departamento.
Finalmente, en la actual convocatoria, el programa Campo Emprende busca destinar 16.920 millones para cofinanciar cerca de 432 emprendimientos rurales asociativos, beneficiando a 4.168 familias donde pretenden generar empleos en 33 municipios de 11 departamentos del país.