Sandra Marcela Cárdenas, profesional en Administración Turística y Hotelera, junto a su familia, emprende un sueño a base de los sabores del Putumayo.
La Ceiba es la propuesta que ha crecido a la medida de su creatividad y que hoy la lleva a presentar un espacio acogedor lleno de magia y riqueza ancestral en la Amazonía.
Está trabajando con los productos de la región, los aprovecha y les da un toque innovador que gusta a propios y visitantes. Una de sus mejores recetas son las Costillas de cerdo aromatizadas con yerbas de la región y acompañadas con salsa de Camu Camu, fruto exótico multivitamínico, rico en antioxidantes que crece en las vegas del río Putumayo.
“Empezó a surgir este arbolito, hemos creído en este sueño y estamos como familia en este proyecto que poco a poco ha ido creciendo y renovándose en su gastronomía, en su concepto y propuesta” comenta Sandra.
El Camu Camu, es el ingrediente que le da un sabor agridulce a la salsa con la que se degustan las costillas de cerdo.
“Las costillas tienen una cocción lenta. Son aromatizadas con hierbas de la región y salsa de Camu Camu. Es un plato que ha gustado por su exquisito aroma, por la calidad del cerdo y preparación que se da en manos de nuestras mujeres de Leguízamo. También ofrecemos deditos de pescado apanados selváticos con un toque de fariña con plátano. Pescado plateado, con salsa de camarones que mezcla el sabor de mar y río”, afirma.
Hoy, la ceiba es un espacio que además de ofrecer platos con sabores propios del territorio, es un lugar para conocer y disfrutar de horas interminables a la luz de la luna con el sabor del Arazá o el Carambolo. Se destacan las salsas a base de frutas exóticas, pescado local, cilantro cimarrón, ajíes, el milpes, Camu Camu, Arazá, y acompañantes como la fariña, el casabe y el plátano.
“Queremos brindar a nuestros clientes una experiencia encantadora. Ahora tenemos una nueva propuesta gastronómica que destaca el pescado, el plátano, el pildorito, la yuca, las especias y salsas a base de frutas exóticas”, explica.
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En la ceiba se aprovecha el cilantro cimarrón, desde su semilla que si se pone en un molino de pimienta funciona muy bien como condimento. También los ajíes, en sus variedades que son muy económicos en Leguízamo, el oreganón de la región que es muy aromático y tiene muchas propiedades.
En este emprendimiento familiar, que ha crecido y renovado su concepto gastronómico, también se pueden degustar platos con posta de pirarucú sobre arroz cremoso con milpes, yuca y salsa de carambolo, deditos de pescado apanado con fariña y plátano, y como no, cocteles y sodas con críticos de la región.
Toda una propuesta gastronómica que destaca la sazón y el sabor del bajo Putumayo, las tradiciones alimenticias que han sido el sustento de los pueblos indígenas y el esfuerzo de las familias que emprenden y le apuestan a la paz en el municipio.