En una intervención de aproximadamente 40 minutos de duración, el pontífice argentino habló sobre temas controvertidos para la sociedad norteamericana, por ejemplo, Estados Unidos es uno de los pocos países donde la pena de muerte es legal, frente a este debate, Francisco abogó por “la abolición mundial de la pena de muerte”. Hasta el momento, éste ha sido considerado como el discurso con mayor contenido político.
De nuevo el Papa expuso su opinión a favor de una reforma migratoria que está bloqueada en el Congreso por el partido republicano desde junio de 2013.
“No debemos dejarnos intimidar por los números, más bien mirar a las personas, sus rostros, escuchar sus historias mientras luchamos por asegurarles nuestra mejor respuesta a su situación” aseguró el pontífice argentino.
En sintonía con la agenda de política exterior impulsada por Barack Obama quien durante los últimos meses logró el restablecimiento de las relaciones de Estados Unidos y Cuba y el acuerdo nuclear con Irán, el papa Francisco elogió los esfuerzos de la Casa Blanca por resolver los conflictos a través del diálogo.
El Papa en ningún momento del discurso hizo una referencia explícita al levantamiento del bloqueo a Cuba, tarea que debe ser asumida por el Congreso norteamericano que es dominado por el partido republicano, férreo opositor a la política de flexibilización a favor del gobierno de Raúl Castro.
“Esto ha requerido y requiere coraje, audacia, lo cual no significa falta de responsabilidad. Un buen político es aquel que, teniendo en mente los intereses de todos, toma el momento con un espíritu abierto y pragmático” dijo Francisco.
Otro de los llamados del jefe de la Iglesia católica fue acabar con el tráfico de armas en un país como Estados Unidos donde es frecuente ver episodios de violencia armada. El caso más reciente fue el de dos periodistas asesinados por un excompañero de trabajo durante una transmisión en vivo
"Frente al silencio vergonzoso y cómplice, es nuestro deber afrontar el problema y acabar con el tráfico de armas" declaró el sumo pontífice.