Vuelve ‘Patrimonios en Ruana’, el festival que explora la diversidad cultural y arqueológica de Usme
En su cuarta edición será posible recorrer, reconocer y disfrutar la totalidad de uno de los mayores tesoros de Bogotá: el Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural de Usme.
Crédito fotos: Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, IDPC
Yaneth Jimenez Mayorga
En el año 2007 en medio de la construcción del proyecto urbanístico Ciudadela Nuevo Usme que realizaba Metrovivienda en los predios rurales de la Esperanza y El Carmen, un hallazgo de restos óseos, vasijas de cerámica y piezas de alfarería cambió el rumbo de esta zona convirtiéndola años después-en el 2014 cuando el Instituto Colombiano de Antropología e Historia hizo la declaratoria- en la primera Área Arqueológica protegida de la capital colombiana.
Desde entonces la Hacienda El Carmen de Usme se ha constituido en uno de los sitios más importantes de preservación de la memoria de esa Bogotá rural poco conocida, de esa ciudad habitada desde hace miles de años por asentamientos indígenas, de esa urbe que ha sido construida con el trabajo, el empuje y valentía de miles de manos campesinas provenientes de todos los rincones del país, de esa ciudad gestada desde la diversidad de sus habitantes, desde su vasto y rico patrimonio natural y cultural.
Allí, en el borde urbano rural del suroriente de la capital colombiana, en el Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural de Usme se afianza el Festival ‘Patrimonios en Ruana’, un evento organizado por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural- IDPC- a través del cual los visitantes pueden disfrutar de actividades de contemplación, aprendizaje, reconocimiento, valoración y disfrute de los patrimonios de la localidad, y que este año llega a su cuarta edición.
“Esta es una oportunidad para ampliar esa mirada de lo que hoy es Bogotá desde una perspectiva territorial. Generalmente, cuando hablamos de la historia de la ciudad nos situamos 500 años atrás y omitimos que el lugar donde hoy está asentada la ciudad existe hace miles de años. Obviamos una historia que realmente es importante a la hora de entender por qué habitamos el lugar que habitamos y cómo llegamos a habitarlo”, señala Carolina Díaz Gómez, antropóloga y coordinadora del Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural de Usme.
Este año, el festival se propone como un espacio para vivir los legados de la ruralidad, para explorar la diversidad cultural, patrimonial, ambiental y arqueológica presentes en este lugar a través de una agenda artística, pedagógica y cultural que contempla el desarrollo de recorridos temáticos, muestras gastronómicas, talleres, espacios de emprendimiento y de intercambio de saberes, mercados campesinos, y presentaciones artísticas, entre otros.
“Una de las novedades de esta edición será la utilización de dispositivos interactivos temporales con un sistema de señaléticas instaladas en el interior del parque para guiar los recorridos. Esta será también la primera vez que se abre la totalidad del área arqueológica protegida, con el objetivo de que los visitantes puedan reconocer la totalidad de los espacios. Estamos hablando de 29,3 hectáreas, las cuales podrán ser exploradas”, comenta Díaz.
Para todos y todas
Las principales actividades se desarrollarán en tres domos, Pigua, Soche y Guapucha, cuyos nombres están asociados a animales que de una u otra forma han tenido alguna relación con lo que hoy es el Parque Arqueológico.
“Pigua, el domo expositivo que deriva su nombre de un ave rapaz que se ha encontrado en los alrededores, es el espacio que comunica el valor del parque a través de distintos lenguajes artísticos; Soche, que hace homenaje al venado que habitó durante mucho tiempo la región, muestra el trabajo realizado a partir del laboratorio de arqueologías comunitarias; y Guapucha, cuyo nombre hace referencia a ese pez que fue de vital importancia para la alimentación de las comunidades que habitaron Bogotá hace siglos, es el lugar para el encuentro y diálogo, del círculo de la palabra”, explica la antropóloga Díaz.
Asimismo, los asistentes al festival podrán conocer y recorrer espacios de restauración ecológica como la siembra de más de 10.000 árboles en las rondas de las quebradas que atraviesan el parque desarrollados con el Jardín Botánico de Bogotá; hacer avistamiento de aves, disfrutar de observaciones astronómicas lideradas por el Planetario de Bogotá; compartir lecturas en el picnic literario; deleitarse con la gastronomía campesina, rememorar los juegos de pueblo y aprender de ese legado arqueológico representado también en las evidencias que se han encontrado de arte rupestre, áreas de cultivo, terrazas y fuentes de agua.
‘Patrimonios en Ruana’, resalta la coordinadora del Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural de Usme, “nos brinda la posibilidad de volver a esas memorias, a valorar la arqueología como una potente herramienta para preguntarnos y entender el pasado, pero sobre todo para responder cuál ha sido nuestra responsabilidad al habitar el territorio, como lo hemos transformado y cómo pensarlo a futuro, qué queremos heredar a las próximas generaciones”.
Pasado, presente y futuro
Como parte de este ejercicio de apropiación del territorio la vinculación de niños, niñas y jóvenes toma especial relevancia, de ahí que un buen porcentaje de los instituciones educativas de la localidad han ido asumiendo y reconociendo desde los Proyectos Educativos Institucionales la importancia de esta hallazgo arqueológico y cultural de la Hacienda El Carmen.
“En el colegio hicimos un ejercicio que tenía que ver con la Pachamama, lo que implicaba hacer preguntas sobre cuál es la relación del ser humano con la naturaleza, hacer preguntas sobre el restablecimiento de los derechos de la naturaleza y cómo devolverle a ella parte de lo que hemos quitado, en qué consiste esa relación hombre-universo”, comenta José Manuel Granados, maestro en artes plásticas, docente del colegio El Destino.
Recorrer el territorio, agrega, “les ha permitido a los estudiantes encontrarse con muchas historias y darse cuenta de su rol como gestores de esa historia como sujetos que escriben un presente que se va a convertir en historia. El reencontrarse en una localidad que les brinda un encuentro con estos territorios les da la posibilidad de aflorar con lo ancestral, reconocer el valor de la naturaleza como un punto de partida para muchas relaciones o proyectos de vida”.
Para el docente, estas actividades de co creación en las que participan la comunidad y los estamentos que cuidan y protegen el patrimonio “generan unos nodos entre las vivencias, los sueños, las expectativas que tienen las comunidades y metodologías para el reencuentro con el territorio y los saberes tejiendo hilos que permiten reconocer, exaltar, y reivindicar esas tradiciones, prácticas, saberes y modos de vida que conforman su esencia”.
Datos a tener en cuenta del festival:
Fecha: Sábado 25 de noviembre de 2023
Lugar: Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural – Usme
Dirección: Calle 136 b Sur #3a-48
Hora: desde las 7:00 a.m.
Todas las actividades son gratuitas Más información aquí