En las festivas tardes de domingo, en el parque de San Antonio de Pereira reinan el color y el sabor. Aquí llegan foráneos de otras latitudes, reposan del ritmo aparatoso de la vida en el benigno clima del altiplano del oriente antioqueño, al son de los repiques de las campanas de una parroquia de pueblo, y plenos en el dulce aroma del chocolate.
Van caminando, antojadizos, primero seducidos por la blanca superficie de un merengón, por el color naranja de una solterita después… Se dejan sorprender, y hay veces que intentan probarlo todo porque sucumben a la delicia. Este lugar está tejido de sonrisas de satisfacción, de olores que van y vienen, de saludos cordiales. La gente habla de “los postres de San Antonio”, en Rionegro, aunque San Antonio es más que postres. Veamos:
Napoleón de fresas con crema
Aplaudido sea aquel que un día uniformó, sobre una capa de crema casera, una hilera de fresas dulcemente cortadas. Y en el centro, una inspiradora sorpresa.
Brownie con chocolate y nueces
“Melcochudo”, como muchos lo prefieren, porque el centro está repleto de ganache de chocolate. Lo que brilla en la superficie: diminutos grumos de azúcar pulverizada sobre unas notas de nueces.
Cheesecake de frutos rojos: inspiración neoyorquina, pero con base de galleta María. Tres leches en su centro, mezcladas con frutos rojos. ¿Y qué decir de esa confitura casera de frutos?
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Merengón
Lo conocen, ¿no? Su nombre se debe a las bases de merengue que lo sostienen y lo sellan. Trozos de guanábana o fresa se ocultan en el medio, sumergidos en crema de leche.
Cocadas
En esencia, coco y panela pura de trapiche antioqueño. Sí, se come despacio, sin afanes.
Hojuelas
Monumentales, redondas, imposibles de ignorar. Nadie imaginó que un par de huevos, un poco de harina y azúcar, darían forma a un círculo de tan perfecta delicia, capaz de sostener un camino ondulado de dulce de piña, por ejemplo.
Fresas con crema
Clásicas, aquí y en la “conchinchina”. No tienen mucha ciencia, pero sí contienen mucha felicidad.
Solteritas
Tradicionales de Antioquia. No pregunten por el nombre, sino por su sabor. Se trata de una crema de base de harina y esencias sobre una “tostadita” redonda y perforada, como un artístico calado.
Helado frito
Sí, así como leen. En Antioquia fritamos los helados; no saben a lo que sabe. Su crocante superficie encierra una bola cremosa y fría. Y por si acaso, durazno, uvas pasas, maní y un baño de salsa de chocolate.
Dulce de leche
Un baño agridulce de leche cortada que esconde, por decir algo, panela y cáscara de limón rallada. Es como esas recetas que, entre más viejas, saben mejor.
Obleas
No es una sino dos las obleas que aprisionan esa capa de suave arequipe, crema de leche, queso rallado y lecherita. Punto.
Colaciones
Básicamente desconocidas. Son rústicas golosinas de tiendas de pueblo: una cubierta de azúcar endurecida con una nuez o un maní en el centro. Multicolores: así son mejores.