Aunque la idea de la realización de un festival de acordeones en el centro del Cesar estaba rondando en la mente de tres jóvenes desde 1977, fue solo hasta 1989 que la idea se pudo cristalizar. ¿La razón? La derrota de Alejandro Durán en el concurso Rey de Reyes en el Festival de la Leyenda Vallenata, en Valledupar.
Los organizadores de esa fiesta de acordeones querían contarle a Colombia que en la hacienda Santa Barbara del municipio de El Paso, de propiedad de Juan Bautista de Mier y de la Torre, Marqués de Santa Coa, había nacido la música de acordeón, parida por las tamboras negroides y allí había un legado que proteger.
Esta es parte de la historia que relata, Miguel Antonio Villazón Mizat, uno de esos tres jóvenes que, en ese entonces, eran visionarios de la cultura, que aun sobrevive y aunque lidia con dificultades de salud, relata los hechos con una lucidez mental.
“Solíamos reunirnos, César Serna Mieles, Eustorgio Flórez Mojica y yo en la finca del Trébol, una estancia agrícola de la zona para disfrutar de un café, una buena conversación o una parranda y hablar del legado de la música vallenata y los acordeoneros de distintas familias que proliferaban en la zona que sobre pasaban los 110, de acuerdo con la rudimentaria investigación que hicimos” recuerda con propiedad Villazón.
Sigue contando que corría el mes de abril de año 1987 y en Valledupar se cumplía el Festival de la Leyenda Vallenata, era la primera versión del concurso del Rey de Reyes, y el jurado calificador dio como ganador a Nicolás ‘Colacho’ Mendoza.
“En nuestro municipio de El Paso, hubo revuelo, sus habitantes se molestaron y nunca aceptaron esa decisión, salieron a protestar por las calles del pueblo, porque siempre vieron como ganador a Alejo Duran Díaz, por ser el acordeonero más auténtico de la música de acordeón” afirma Villazón.
“Fue en medio de la caravana de protesta que César Serna, me dijo al oído: Compadre, yo voy a decirle al pueblo pasero, que el año entrante tendremos un festival en honor a Alejandro Durán” y yo le dije: “Dígaselo a todo el pueblo, que Eustorgio y yo lo acompañamos” dice el profe Villazón quién hoy radicado en Valledupar se dedica a la formulación de políticas públicas para la discapacidad.
Fue entonces que a partir del año 1989 se creó la Fundación Festival Pedazo de Acordeón, los estatutos fueron redactados por Miguel Antonio Villazón Misat y fue reconocida por el departamento del Cesar, con la personería jurídica No 001144 del 31 de marzo.
Recuerda el profe Villazón que se escogió Pedazo de Acordeón, porque Alejo, decía: que su acordeón, era su amigo, su confidente y el día que el muriera le llevaran al cementerio su pedazo de acordeón, por lo que todos dijeron: ¡ese es el nombre! Además, era la canción emblemática del Negro Grande.
“Este pedazo de acordeón donde tengo el alma mía,
allá tengo mi corazón y parte de mi alegría”
Los inicios
El primer festival contó con la presencia del maestro Alejo Durán. El primer cuadro de honor de acordeoneros estuvo conformado por Dagoberto “El negrito” Osorio; en el segundo lugar Nafer Duran Escorcia, hijo de Nafer Durán Díaz, noveno Rey de la Leyenda Vallenata y en el tercer puesto Juan Carlos Ovalle.
Luis Campo, coordinador de cultura de El Paso, aseguró que es un honor homenajear año tras año al máximo juglar de la región, Alejo Durán, “es una figura que representó a la música vallenata, un campesino elemental, común y corriente que salió de una hacienda ganadera a recorrer Colombia creando muchos amigos y compadres sin ser el músico más diestro, pero su don de hombre lo convirtió en el juglar y músico por excelencia más importante de la región”.
El festival significa el gran aporte hecho por el Magdalena Grande para que la música tradicional vallenata fuera reconocida por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, reconocen hoy los descendientes de los creadores de esta gesta cultural.
Aseguró Villazón que para la creación del festival se tuvo en cuenta la tradición de El Paso por ser una región rica culturalmente un lugar de asiento de negros esclavos, radicados en la hacienda Santa Barbara de las Cabezas donde desarrollaron su cultura negroide.
El festival se hace en el marco de la Fiesta San Marcos Evangelista que también tiene muchos devotos en esta región.
Wilfran Villegas presidente Festival Pedazo de Acordeón recuerda que todo está preparado para la realización de la versión 34 del Festival que se inaugura con un desfile folclórico por las calles principales de El Paso, para dar paso a los concursos de Acordeoneros completos, acordeonero aficionado, infantil, juvenil, piquería, canción inédita (Paseo, Puya, Merengue y Son), canción vernácula o costumbrista y un concurso especial a una persona reconocida del municipio de El Paso o de su historia.
Juan Rincón Vanegas, periodista e investigador cultural, asegura que el festival Pedazo de Acordeón es una insignia del municipio de El Paso y la región. Han pasado los años y se sigue manteniendo este evento donde se premia el mejor paseo, el mejor merengue, el mejor son y la mejor puya. “Es un festival que tiene el apoyo de todo el pueblo de El Paso y lo hace alrededor de la plaza principal donde se llevan a cabo todos los concursos. Es un festival muy pueblerino, muy bonito donde priman el acordeón y las canciones tradicionales”.
El festival que fue declarado Patrimonio Nacional en 2017 a través de la Ley 1860 de 2017 se realizará, este año, entre el 21 y el 25 de abril en homenaje a Ovidio Granados Durán y su dinastía.