Día de la Diversidad Étnica y Cultural: un paso hacia el respeto y reconocimiento
Cada 12 de octubre se conmemora la diversidad cultural, riqueza geográfica y tradiciones de los diferentes pueblos étnicos en Colombia y Latinoamérica tras el proceso de mestizaje que conforma nuestra historia.
En 2021, el Ministerio de Cultura de Colombia estableció el 12 de octubre como el ‘Día de la Diversidad Étnica y Cultural de la Nación Colombiana’. Esta fue una iniciativa que surgió de la Constitución de 1991, en la que se consigna el carácter pluralista de nuestro país, la cual rinde tributo a la diversidad étnica.
Por su parte la Unesco en su declaración Universal sobre la diversidad cultural, en uno de sus artículos señala que “la diversidad cultural es un imperativo ético, inseparable del respeto por la dignidad de la persona humana. Ella supone el compromiso de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular los derechos de las personas pertenecientes tanto a minorías como a pueblos autóctonos”.
Aparte de esa variedad cultural y étnica en nuestro país en donde conviven indígenas, afrodescendientes, mestizos y gitanos o pueblo Rrom, también existe una diversidad sexual, de género, religiosa, ideológica, entre otras.
Alejandra Londoño Bustamante, es historiadora y magíster en estudios de género de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente se encuentra terminando un doctorado en la Universidad Deusto, de Bilbao (España). Para ella la diversidad se podría tomar de diferentes puntos de partida.
“Uno es que entendamos la diversidad como algo natural y biológico, como algo que nos es dado. No podemos o no tenemos el poder de transformarlo y de actuar sobre ello. Cuando asumimos la diversidad como una esencia, como algo que nos define de manera inmutable, tenemos un primer punto de partida, es decir la diversidad sexual e ideológica”, señala.
Otro punto según Londoño, es la importancia de reconocer eso que hoy se nombra como diversidad; consiste en que podamos trazar y comprender las líneas históricas en las que se construye la diferencia, en las que se construye la diversidad, lo que eso le genera a nuestras relaciones a la cotidianidad y lo que eso provoca en las relaciones económicas.
“No solamente es un problema cultural, sino por ejemplo de distribución racial, del trabajo, de la división racial, de la riqueza. Esto es muy importante y entonces se vuelve fundamental la reflexión. Si logramos entender esas estructuras de poder y volverlas funcionales para desmantelar lentamente esas clasificaciones racistas, sexistas, clasistas, patriarcales, jerárquicas, entre otras que existen en nuestra sociedad. Más allá de decir somos diferentes”, afirma.
Uno de los grandes aciertos de la Constitución de 1991, según el jurista Rodrigo Uprimny, fue tratar de superar un orden normativo homogeneizante y excluyente para construir una sociedad plural, diversa y más incluyente.
“La Constitución del 1991 es un pacto social en el que por primera vez en nuestra historia y después de tener constituciones que invisibilizaban, silenciaban y ocultaban la existencia de muchas formas de experiencia y de esa historicidad, por primera vez esto se pone en el debate público. Asimismo, se nombra la existencia de esas experiencias, de esas vidas, de esas historias, y el reconocimiento, por supuesto de lo que serían sus derechos”, asegura Londoño.
El Gobierno del presidente Gustavo Petro creó el Ministerio de la Igualdad y Equidad. El objetivo de esta cartera es avanzar en la garantía de derechos de las mujeres en todas sus diversidades, incluyendo a las madres cabeza de familia, la niñez, los jóvenes, las familias y las personas mayores, las diversidades de la población Lgtbiq+ y de las personas con discapacidad, los pueblos afrodescendientes, negros, raizales, palanqueros, indígenas, Rrom y el campesinado.
“El Ministerio tiene muchos retos, por supuesto; Colombia es el segundo país más desigual de América Latina y el Caribe después de Brasil. Cuando estamos hablando de desigualdad no estamos hablando solamente de reconocimiento de esas distintas diversidades. Estamos hablando fundamentalmente de un ejercicio de acumulación histórica de capitales, de despojo que ha generado unas brechas de desigualdad”, concluyó Alejandra Londoño.
También consultamos al profesor Juan Antonio Zornoza Bonilla, director del Laboratorio de Ciencias Sociales y Económicas y del Grupo de Investigación de Política Públicas Territoriales, de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.
Zornoza con su grupo de investigación ha trabajado sobre la inclusión social. Hace unos 12 años lo hicieron con el tema de la población Lgtbi, en Medellín. En esa época la ciudad estaba implementando la Formulación de la Política pública para el reconocimiento de la diversidad sexual e identidad de género durante la alcaldía de Alonso Salazar. También lo hicieron con otro tipo de poblaciones etarias con jóvenes y mujeres.
“Hemos construido pensamientos hegemónicos en los cuales nos imaginamos que hay una normalidad y lo que no se ajuste a ella, es disidente o es anormal. Obviamente esos pensamientos hegemónicos salen de nuestra tradición judeocristiana. Por lo tanto, se va volviendo una sociedad excluyente hacia todas aquellas personas o comunidades que se orienten de una manera diferente hacia esas hegemonías, por eso hablamos hoy en día de inclusión”, afirmó Zornoza.
El censo publicado por el DANE indica que el 10.6 % de la población en Colombia es afrodescendiente, el 3.4 % indígena y el 0.01 % gitana. Existen más de 3 millones de personas que se reconocen como Lgtbiq+, lo cual equivale casi a un 6.8%. Un 7.1% de la población tiene algún tipo de discapacidad. El 85 % restante es de naturaleza mestiza.
“Cada vez hay más minorías. Tenemos ahora los reincorporados, las víctimas y los desplazados del conflicto armado. Los inmigrantes también hoy en día en Colombia forman una población creciente. Lo más importante es que los gobiernos de todos los niveles tomen acciones para que estas minorías tengan por lo menos, unas oportunidades lo más cercanas a la igualdad, posible. Afortunadamente hace unos 30 años comenzó como una suerte de tendencia que se ha consolidado de tolerancia, respeto y reconocimiento de todas estas diversidades”, aseguró.
En el Plan Nacional de Desarrollo (PND), se encuentran normas referentes a la población en situación de discapacidad o con discapacidad, población Lgtbiq+, grupos étnicos y protección especial a la mujer, entre otros. Se da especial importancia a las expresiones culturales como mecanismo para protección y estímulo a la diversidad: “el PND, es importante para valorar estas diversidades. No es gratuito que tengamos a una vicepresidenta afrocolombiana”, señaló.
Otro punto importante en el tema de la diversidad es el papel que juega la educación:
“En todas las políticas públicas por ejemplo en la comunidad Lgtbiq+ la primera acción general es la sensibilización, tanto de las familias de esta comunidad, como de la ciudadanía, de que no solamente existen, sino que tienen derechos y que son tan iguales como todos”, agregó el profesor Juan Antonio Zornoza.
“Que la forma de expresarse no minimiza de ninguna manera el pensamiento hegemónico. Entonces la educación es la primera acción que hay que emprender para conseguir los derechos de las personas que tienen algún elemento de diversidad”, finalizó.