El true crime ha dejado de ser exclusivamente un género literario o cinematográfico y ha encontrado su hogar en los podcasts. Al explorar crímenes reales y desconcertantes con detalles impactantes, se ha convertido en el favorito de los oyentes en plataformas como RTVCPlay o Spotify. Pero ¿por qué nos atrae tanto la violencia? ¿Qué es lo que nos impulsa a consumir historias de crímenes?
Según la psicóloga jurídica y experta en perfilación criminal, Sara Rueda, existe un “interés humano” por explorar los temas que socialmente se han establecido como tabú. "La mayoría de las veces, este interés surge del morbo, pero no entendido como malo o perverso, sino como el interés humano por conocer lo que socialmente se ha establecido como un tabú. Por ejemplo, el homicidio como la forma extrema de la violencia”.
Añade que los contenidos sobre asesinos seriales y el movimiento del true crime han abierto una puerta socialmente admisible para lo que ha existido siempre: “el interés por conocer a aquellos diferentes, a quienes han roto el mayor acuerdo social de la historia, el de no matar”.
Rueda destaca que, además de querer identificar y reconocer a un posible agresor, el ser humano busca reconocerse a sí mismo como alguien diferente a un criminal. Por esta razón, los espectadores consumen contenido que les permite llegar a ese reconocimiento, como una forma de reafirmar su identidad y valores éticos.
“En ocasiones, las personas se acercan a este tema como una forma segura de conocer al que hace mal, al que comete un crimen. Hay un interés básico al querer reconocer al depredador y poderse proteger de sus actos, pero también resulta útil para reconocerse distinto”.
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Otro factor que subraya la experta es que muchos de los que consumen true crime se sienten interesados en identificar porque quienes cometen los crímenes son similares a ellos, y poder encontrar alguna diferencia que los separe del criminal.
“Una particularidad de este contenido, es que al encontrar que quienes cometen crímenes son personas similares a cualquiera y que tuvieran, en su mayoría, vidas similares a nosotros mismos o a nuestros cercanos, supone dos cosas: querer seguir buscando más diferencias -lo que implica continuar el consumo del contenido-, pero también el despertar de la empatía, en donde se siembra un discurso cada vez más frecuente en este tipo de programas, de humanización del criminal, en el que no se justifica necesariamente el delito, pero sí se busca la mayor comprensión de las circunstancias y las decisiones extremas que se tomaron”.
De la curiosidad al morbo
El docente y experto en medios de comunicación, Mario Morales, explica que los crímenes llevados al plano audiovisual y sonoro están ligados a la curiosidad, al morbo de saber cómo afecta la vida y los valores de la sociedad.
"En general, todo lo que tiene que ver con el crimen y la sangre está atado de manera tácita a la sensibilidad y atención de los seres humanos, porque afecta la vida, el valor principal, lo que nos compete como sociedad y esa afectación siempre despertará el máximo interés. Pero alrededor de la vida y la muerte se tejen historias que son las que les dan significado, que representan su valor simbólico y vital”, recuerda el experto.
En los podcasts de true crime es común que se aborden temas como la maldad, la pasión y el odio, resultados atractivos para los consumidores de este tipo de contenido. Al respecto, Morales recuerda que el ser humano siente curiosidad sobre los orígenes de estos sentimientos y de cómo se manifiestan en cada persona.
"La curiosidad que tiene que ver con la vida y la muerte en los seres humanos también habita en una constante curiosidad sobre el mal, el origen del mal, las razones del mal y los alcances del mal. De alguna manera, también tiene un grado de seducción desde ese punto de vista curioso por saber cómo se produce y cómo se manifiesta", concluye el experto.
¿Por qué a las mujeres les atrae el true crime?
En 2010 un estudio publicado por la por Social Psychological and Personality Science descubrió que las mujeres consumen el 70 % del contenido de crímenes reales, éste se basó en los comentarios y estudios sobre las publicaciones de libros en Amazon sobre true crime.
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En este mismo estudio se encontró que el motivo principal para que las mujeres consuman este contenido es encontrar formas de identificar y defenderse de un posible atacante. En ese sentido, intentan identificar la psicología y las motivaciones del propio asesino.
Según el estudio, el interés de las mujeres por el true crime puede estar motivado por la búsqueda de técnicas de autodefensa y análisis psicológicos que le permitan identificar rasgos de personalidad comunes en agresores. También se ven atraídas por las formas de manipulación que los asesinos utilizan con sus víctimas, que usualmente se describen al inicio de las historias de crímenes reales.
Además de su atractivo por la morbosidad inherente a estos relatos, las mujeres pueden encontrar en ellos herramientas para la supervivencia ante situaciones extremas, lo que les confiere un componente de aprendizaje.
¿Por qué nos gusta el true crime?
El true crime ha dejado de ser exclusivamente un género literario o cinematográfico y ha encontrado su hogar en los podcasts. Al explorar crímenes reales y desconcertantes con detalles impactantes, se ha convertido en el favorito de los oyentes en plataformas como RTVCPlay o Spotify. Pero ¿por qué nos atrae tanto la violencia? ¿Qué es lo que nos impulsa a consumir true crime?
Según Sara Rueda, psicóloga judicial y experta en perfilación criminal, el ser humano, aparte de querer identificar y reconocer a un posible agresor, busca reconocerse distinto a un criminal capaz de matar o cometer algún crimen atroz, por eso busca contenidos que le permitan llegar a ese reconocimiento, como una forma de reafirmar su identidad y valores éticos.
En los podcasts de true crime es común que se toquen temas como la maldad, la pasión y el odio. Al respecto, el docente y experto en medios de comunicación, Mario Morales, explica que el ser humano siente curiosidad sobre los orígenes de estos sentimientos y de cómo se manifiestan en cada persona.
Por último, un estudio publicado por la por Social Psychological and Personality Science descubrió que las mujeres consumen el 70 % del contenido de crímenes reales, ya que buscan identificar potenciales victimarios y entrar en la mente de quienes cometen los crímenes.