Vaupés: un destino a la selva profunda de Colombia

“Mi abuelo nos decía que nuestro dios Anaconda tenía su casa llamada laguna de la leche, en lo que hoy conocemos como Río de Janeiro. Anaconda subió por la desembocadura del río Amazonas, luego por el río Negro y así llegó a la desembocadura del Vaupés, en ese momento también había enemigos y eran las águilas”, así comienza el relato sobre la creación de las comunidades indígenas en el departamento del Vaupés en la voz de Bertha Barros Prada de la etnia Piratapuyo.

Dicen los historiadores que quien conoce su pasado puede comenzar a proyectar o a planear su futuro. Para las comunidades indígenas que habitan el departamento del Vaupés, los relatos e historias de la creación de su pueblo son parte esencial de su vida y de la conexión que viven a diario con la naturaleza, conocer esto es uno de los grandes atractivos de estas tierras tropicales y selváticas que aportan tanto oxígeno y biodiversidad en fauna y flora al país.

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Lo que es habitual para los 27 pueblos indígenas y 3 municipios de Vaupés, es sorprendente para cualquier turista o persona que decide pisar estas tierras por primera vez, desde la llegada a Mitú por aire se pueden ver kilómetros y kilómetros de selva que apenas se interrumpen por canales oscuros y brillantes muy delgados que dibujan los ríos serpenteantes.

Un “mar” de selva

Colombia es el segundo país con mayor biodiversidad en el mundo. Al interior del país, uno de los departamentos que más ha logrado cuidar la cantidad y variedad de fauna y flora es Vaupés, un territorio verde que cuenta con 27 comunidades indígenas que aún habitan la selva y que ven en cada uno de sus atractivos naturales, la fuerza de la vida y su conservación.

Caminar por senderos para divisar la selva es casi que un recorrido obligado, y muy cerca a Mitú se encuentra Cerro Flechas, un tepuy que sobresale de la selva y que permite divisar la cantidad infinita de vegetación amazónica. Antes de comenzar ese recorrido, las comunidades indígenas hacen rituales de protección para evitar cualquier situación desagradable tanto para la selva como para los turistas, dibujan en la cara de cada personas diversos símbolos con carayurú, una mezcla rojiza que elaboran con plantas.

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También y para quienes deseen se tiene la posibilidad de aspirar Yopo, conocido en otros territorios como rapé, una medicina natural elaborada de hojas de yarumo y tabaco que hace llorar, pero que de acuerdo a su cosmovisión permite un mayor acercamiento y resistencia para compartir con la naturaleza.

Raudales majestuosos

Los raudales de Yuruparí en Vaupés es otro de los grandes atractivos en este departamento, aunque impliquen un largo desplazamiento en lancha, el estar navegando por el río oscuro y quieto rodeado de selva virgen y espesa hace mucho más interesante este recorrido de más de cuatro horas por agua.

Allá la comunidad de Yuruparí y en general las diversas comunidades del departamento tienen este lugar como uno de esos grandes regalos de la naturaleza por su belleza e imponencia, le tienen mucho respeto y a su vez han tejido una relación muy cercana porque es el lugar que utilizan para bañarse, lavar su ropa, loza y preparar los alimentos.

Las visitas a estos lugares están totalmente ligadas al conocimiento de su cultura y cosmovisión, por lo que siempre es importante ir con la disposición de aprender y conocer otra parte de este gran territorio colombiano.