Nacido en septiembre de 1948 en Villanueva, La Guajira, el acordeonero, compositor y gestor cultural José Alberto Murgas Peñaloza es autor de al menos 90 obras. Una de ellas, “La negra”, ha recorrido el mundo entero en más de 30 versiones tras su llegada al disco en 1971, estrenada por Alfredo Gutiérrez. Desde entonces, siempre hay alguna parranda vallenata en la que se escuchan esos versos: “La negra / dice que ya no me quiere, / pero / yo sí quiero a mi negrita”...
Su natal barrio villanuevero de San Luis fue siempre un hervidero de música y parranda vallenata, con vecinos como el viejo Emiliano Zuleta y las familias de Andrés “El Turco” Gil y de los hermanos Romero. En ese ambiente, probó por primera vez un acordeón que le llevaron de regalo a una tía suya algún pretendiente. Un vecino, al ver la inquietud del niño por el instrumento, le enseñó a tocar, y dos meses después ya dominaba el instrumento.
Un día a mediados de la década del 60, el rector de su colegio, que tenía un grupo sin acordeonero, le pidió permiso a la familia para que viajara con ellos a Bogotá. Allí se presentaron en el espacio radial La Hora Philips, tocando el tema “Amalia”, primera composición del joven Murgas. Y luego, decidido a que sus creaciones llegaran al disco, por intermedio del compositor Gustavo Gutiérrez conoció a Alfredo Gutiérrez. Fue él quien llevó por primera vez un tema del guajiro al disco: “Cariñito mío”, en su disco “Romance vallenato Vol. 2” para Codiscos.
Otros artistas como Jorge Oñate, Juan Piña, Diomedes Díaz, Los Hermanos Zuleta, Los Betos y el Binomio de Oro han llevado hasta las grabaciones los temas compuestos por el acordeonero y gestor cultural guajiro, entre ellos “La sirena samaria”, “Corazón bandido”, “Grito en la Guajira”, “Las morochitas”, “El placer de la parranda”, “Sigue la trilla”, “El hombre caribeño”, “La gustadera”, “Después de viejo”, “El dengue de tu amor”, “Mujeres como tú” y “Nativo del Valle”.
Uno de los seis hijos de Beto Murgas es el también acordeonero Alberto José, también llamado Beto y conocido por su dúo Gusi y Beto, que conformara con Andrés Acosta. A sus cinco años, el padre le compró un pequeño acordeón que él despreció porque quería uno más grande. El acordeón pequeño quedó en casa, y a él se fueron uniendo más piezas que el padre adquirió por medio de donaciones, canjes y compras. Así nació la semilla de su Museo del Acordeón, inaugurado en 2013 en el barrio San Joaquín de Valledupar, con una colección de más de 80 ejemplares que conserva desde 1982. El año pasado, el Museo fue declarado Referente Cultural por parte del Parlamento Andino, y a él le sigue dedicando su vida Beto Murgas, siempre presente allí como anfitrión para contar esas historias y las de su propia vida a quien quiera escucharlo.
El 8 de septiembre llega a sus 75 años el compositor vallenato Beto Murgas. Por eso, es nuestro Artista de la Semana.