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Falleció José Vásquez, “Quévaz”, “el papá de los bajistas vallenatos”

Trabajó con artistas como Alfredo Gutiérrez, Andrés Landero, La Niña Emilia, Los Betos, Joe Arroyo, Iván Villazón, Martín Elías, Los Embajadores Vallenatos y Diomedes Díaz.
 José Vásquez, “Quévaz”, “el papá de los bajistas vallenatos”
Foto: Twitter Sayco
Radio Nacional de Colombia

En las horas de la noche de ayer lunes trascendió la noticia del fallecimiento, en Barranquilla, después de transitar penosas dolencias durante los últimos meses por cuenta de un cáncer hepático, del músico José Miguel Vásquez, bajista y guitarrista mejor conocido como “Quévaz”.

Con ese apodo, transposición de su apellido por ocurrencia de Rafael Orozco, el músico se dio a conocer en el ambiente con sus innovaciones en el bajo eléctrico, lo que hizo que recibiera el título de “Papá de los bajistas vallenatos”.

Quévaz nació en 1955 en Fundación, Magdalena, pero desde niño vivió en Chiriguaná, Cesar, donde aprendió a tocar la guitarra a sus ocho años. Su primera oportunidad como bajista se la dieron los integrantes de una orquesta de La Jagua de Ibirico llamada Los Cumbamcheros del Ritmo, pero pasó poco tiempo en sus filas, porque ahí lo vio Calixto Ochoa sobre el escenario, y de inmediato se lo llevó con él.

Su primera grabación la realizó en 1972, a sus 16 años, junto a Jorge Oñate y los hermanos López, en una puya llamada “La vieja Gabriela”. De ahí en adelante trabajó como músico de estudio y en tarima con artistas como Alfredo Gutiérrez, Andrés Landero, La Niña Emilia, Los Betos, Joe Arroyo, Iván Villazón, Martín Elías, Los Embajadores Vallenatos, Diomedes Díaz (Quévaz es autor del célebre intro de guitarra de “Sin medir distancias”), Silvestre Dangond y, por supuesto, a partir de 1978, El Binomio de Oro, agrupación en la que no solo imprimió su muy particular sonido con el bajo, sino que le legó temas propios como “Esa” y “Te seguiré queriendo”, éxitos absolutos del repertorio de Rafael Orozco e Israel Romero.

Su particular estilo y carisma hicieron de él un referente entre la juventud, que solía encontrar texturas funky y rockeras en los solos y acompañamientos de Quévaz. Carlos Vives lo llamó “el Jimi Hendrix del vallenato”, y al igual que en el caso del samario, cada músico joven que lo descubría iba haciendo manifiesto su asombro. La influencia del sonido de Quévaz, sin ir más lejos, fue fundamental en la creación de “Paz en la tierra”, grabación reciente de la banda bogotana Meridian Brothers al lado del Conjunto Media Luna, trabajo que trasiega los compases de la cumbia y el vallenato.

Otras piezas de Quévaz como compositor son “Colombia”, grabada por el Binomio de Oro; “Cariñito bueno”, en la voz de Hernán Hernández; “Sólo canciones”, llevada al disco por Otto Serge y Rafael Ricardo, y “Una mujer”, salsa grabada por el Grupo Caneo.

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