El momento más feliz en toda su vida está viviendo el cantante vallenato Iván Villazón Aponte, quién con un poco de modestia aseguró que, aunque no veía venir este homenaje que le hacen en el 57 Festival de la Leyenda Vallenata, está muy contento con el mejor premio que puede tener un artista: el respaldo y cariño de la gente.
“No soñé con esto, pero lo estoy viviendo al 100%, yo le diría al Iván de los inicios que fue una apuesta arriesgada, pero lo felicitaría porque realmente hizo todo lo necesario para este que está aquí sentado”, dijo el intérprete con los ojos ‘aguados’ tras recordar todo el camino que ha recorrido.
“Y es que da sentimiento hablar y recordar todo lo que ha pasado, me da sentimiento ese reconocimiento, es hermoso. Mi papá estuviera aquí, llorando de la felicidad conmigo. A pesar de que en aquel momento él no estuvo de acuerdo, muy rápidamente se dio cuenta que no era un ‘embeleco’ mío, sino que era mi vocación, mi vida. Entonces, se puso a mi lado nuevamente y era mi mayor fanático”, insistió.
A lo que se refiere data después de 1977 cuando Iván Villazón terminó su último año del colegio y se fue a Bogotá para estudiar derecho en la Universidad Externado de Colombia. Sin embargo, allá en la ‘fría’ capital se encontró con un ‘combo’ de amigos que le recordaban sus raíces y el amor por la música vallenata, que desde siempre brotó por sus venas.
Su padre, Crispín Villazón de Armas, vio amenazada la idea de verlo como abogado y le puso un ultimátum para que se decidiera si seguía en su profesión o en la música. Él respondió con su inclinación a ser cantante pidiendo un año de ‘tregua’ para hacer algo representativo, de lo contrario lo dejaba. Así fue como grabó su primer Long Play.
Buscó en varias disqueras, se acercó a otros acordeoneros, hasta que en 1982 pudo meterse con Alfredo ‘Fello’ Gámez en una cabina de la casa disquera Philips Colombia a grabar su primer LP lanzado en 1984. Contó con el apoyo del maestro Rafael Escalona, quién lo autorizó para interpretar ‘El arcoíris’, canción que tres meses después se convirtió en un éxito nacional y le inició su carrera artística.
“Tuve muchos obstáculos. Luego que grabé el sello disquero no lanzaba el disco porque nadie lo pedía, yo no era una figura, era alguien desconocido. El sello lo ofrecía, pero no pasaba nada. Me tocó con un amigo comprarle al sello disquero 300 LP en aquella época y dejamos un cheque a 30 días respondiendo por el costo de $372 mil. Me vine a Valledupar con los discos, alquilé un picó, hice el lanzamiento y gracias a Dios mis amigos compraron la cantidad de discos necesarios para recoger el cheque”, relató con alegría el homenajeado refiriéndose a su gran amigo Ernesto Lacera ‘Papaneto’, quien le tendió la mano con el mencionado cheque.
Así empezó su historia. Pese a que su papá lo ‘echó’ de la casa, se las ingenió para cubrir con los gastos de su supervivencia y darle rienda suelta a su pasión por el folclor vallenato. “La gente me contrataba en las parrandas, percibía algo de dinero y con eso pagaba mi habitación en un apartamento de amigos vallenatos en Bogotá, en la 19, en el Barichara. Me alquilaron mi primera habitación que costaba 7.500 pesos mensuales. Eso lo pagaba con parrandas”, expresó.
En 1985, junto al Rey Vallenato, Pangue Maestre, sacó su segundo álbum titulado ‘Una voz, un rey’, con la misma casa disquera. De allí se hicieron éxitos rápidamente temas como ‘Por un amor’, de Iván Ovalle, ‘Mariposa enamorada’, de Romualdo López, y ‘Condolete’, de Hernando Marín.
En 1986 sacó el disco ‘Vamo´ a amanece´’, junto al Rey Vallenato, Raúl ‘Chiche’ Martínez, con quién un año después también grabó ‘Los virtuosos’, de donde se desprende uno de sus mayores éxitos, firmado por Iván Ovalle: ‘Todo pasa’.
Más adelante empieza un nuevo camino junto al Rey de Reyes, Arturo ‘Cocha’ Molina, con quién alcanza a grabar ‘Por ti Valledupar’, en 1988, ‘Enamorado de ella’, en 1989, y ‘El amor canta vallenato’, en 1990, con el éxito ‘Mi novia querida’, de Gustavo Gutiérrez.
Sin duda, uno de los álbumes que marcó la vida artística de Iván Villazón fue ‘La compañía’, junto al Rey Vallenato, Alberto ‘Beto’ Villa, en 1991. De las 11 canciones de ese repertorio diez fueron un rotundo éxito.
“Fue un álbum maravilloso, yo creo que se juntaron dos estilos musicales muy compatibles. El acordeón de Beto Villa realmente calzó muy bien con mi estilo musical. La escogencia de las canciones fue magnífica y la grabación. El sonido fue extraordinario. Ese fue un álbum muy exitoso”, expresó el cantautor sobre el disco, que incluye temas como ‘El perdón’, de Gustavo Gutiérrez Cabello; ‘Hechicera’, de José Alfonso ‘El Chiche’ Maestre; ‘El niño bonito’, de Onaldo Álvarez; ‘Mi alma en pleno’; de Rafael Manjarrez; ‘La fuerza del amor’, de Iván Ovalle, entre otros.
El hijo de Clara Elisa Aponte López y Crispín Villazón siguió subiendo los escalones de su carrera artística, enfocándose con su exquisito gusto musical que le permitió saber escoger bien las canciones para consolidarse en el competitivo mundo vallenato. A él le llamó la atención la forma cómo interpretó el acordeón el Rey Vallenato, Franco Arguelles, con el que terminó grabando seis discos: ‘Mar de lágrimas’ (1993), ‘Noticia’ (1994), ‘Sin límites’ (1995), ‘Entrégate’ (1996), ‘Tiempo de vallenato’ (1997) y ‘Detalles’ (1998). Una sorprendente época de oro que sumó éxito tras otro.
“Soy muy cuidadoso, responsable escogiendo los temas. La música es un vehículo para lanzar mensajes. No es algo inofensivo, las canciones edifican, por eso estoy pendiente del mensaje que finalmente le brinda la canción a quien la escucha. El repertorio para mi es fundamental en el éxito del disco”, mencionó la ‘Joven voz tenor’, como es conocido.
El Rey Vallenato, Saúl Lallemand, entró al grupo de Iván Villazón haciendo turnos cuando Argüelles no podía estar en varias parrandas. Esa unión tuvo tanta acogida que después que Franco Argüelles se fue inmediatamente Villazón lo llamó para grabar su siguiente disco y terminó firmando en total 13 álbumes con él. El primero, ‘El Mundo al revés’, fue otro de los mejores discos de su carrera. Fue lanzado en 1999 e incluyó éxitos como ‘Solo me importas tú’, de José Luis Daza; ‘Por las buenas’, de Richard Daza; ‘Estás muy buena’, de Juan Manuel Pérez; y ‘El Don Juan’, de Omar Geles.
Uno de los momentos más difíciles que vivió Iván Villazón fue cuando grabó en esa etapa ‘El desafío’, en 2002, “porque la gente no lo entendió. Mis seguidores no lo entendieron. El mundo vallenato me cayó encima. Pensaron que iba a deformar la música vallenata, fue un disco que hicimos con mucha ilusión respetando el vallenato. Hoy los que saben ven que era un intento para que nuestro vallenato evolucionara un poco, pero por supuesto, respetando sus raíces. Fue un momento difícil, cuando el artista propone algo y no lo entienden, hay un choque”, según explicó.
Y sí. El maestro Iván Villazón confesó que el trasegar por los caminos del folclor nunca ha sido tarea fácil. Muchas lágrimas de felicidad y dolor ha derramado desde que decidió soltar la carrera de Derecho por agarrar un micrófono. Sin embargo, de nada de eso se arrepiente.
“Después de 40 años de vida artística puedo hacer esa afirmación, gracias a Dios que me fue bien porque hubiera sido catastrófico que las cosas no hubieran funcionado. Sí he tenido buenos y malos momentos como cualquier persona, es una profesión la vida del artista. Hay una apuesta de sentimientos, de esperanza, expectativa que muchas veces no se cumple, pero hay que reponerse y seguir adelante”, dijo el oriundo de Valledupar.
En el 2008 grabó ‘Pa que te enamores’, con Iván Zuleta, del que salieron temas como ‘Por mí es que te mueres’, de Omar Geles, ‘Mentirosa’, de Fabián Corrales, y ‘Me quedo con tus besos’, de José Oñate. De la ‘Unión perfecta’ también lanzaron ‘Dando lidia’, en 2010. Después salieron a la vida musical los trabajos musicales ‘En señal de victoria’ (2012), ‘El camino de mi existencia’ (2014), ‘El Rey del Valle’, de Wilber Mendoza (2016), ‘El trueno’, de Saúl Lallemand (2018), ‘De Luisana a Valledupar (2023) y ‘Un mundo real’ (2024). Los dos últimos con el Rey Aficionado del Festival de la Leyenda Vallenata, Augusto ‘Tuto’ López.
“Soy una persona inquieta musicalmente, me gusta explorar horizontes, proponer cosas diferentes, eso de Luisiana a Valledupar salió espectacular, está nuestra música vallenata tradicional plasmada ahí en su mayor esplendor y está la fusión con el jazz que me parece salió maravilloso”, dijo el cantante.
Sobre el futuro, Iván Villazón de 64 años, confirmó que tiene dos proyectos en mente: un disco que grabará con el Rey Vallenato, Ciro ‘Cirito’ Meza, en homenaje a Luis Enrique Martínez, el ‘Pollo Vallenato’, ya que este acordeonero es uno de sus más aventajados alumnos, y un álbum que quiere hacer junto al Rey de Reyes, Alvarito López.
“Los invito a que vengan a disfrutar del 57 Festival de la Leyenda Vallenata, están a tiempo todavía, esto será del 30 de abril al 4 de mayo. En Valledupar estaremos aquí con los brazos abiertos esperándolos para devolverlos a todos con el corazón lleno de buena música vallenata”, manifestó el artista.
Con paciencia, tomando riesgos y con una cuidadosa rigurosidad por la profesión que escogió, Iván Francisco Villazón Aponte puede darse el lujo de decir que es uno de los más representativos intérpretes de la música vallenata tradicional.
Dueño de un estilo único puso su nombre con tinta imborrable en el histórico libro de los guardianes de este género que es hoy un Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Un ejemplo para muchos.
“Quiero que me recuerden siempre como un artista serio, comprometido con el folclor, como una persona que ama lo que hace”, concluyó.