Pasar al contenido principal
CERRAR

Pablus Gallinazo: los 80 años de 'El Comandante'

Sus canciones con mensaje se convirtieron en banda sonora de la juventud inconforme y de las víctimas de la eniquidad social.
Pablus Gallinazo | 80 años de 'El Comandante'
Foto: documental 'Pablus Gallinazo'.
Radio Nacional de Colombia

Nacido en Piedecuesta, Santander, en julio de 1942, el poeta, narrador y cantautor Gonzalo Navas Cadena popularizó su carrera bajo el seudónimo de Pablus Gallinazo. Recordaba el músico que con su nuevo nombre hacía manifiesta su admiración hacia Picasso, Neruda, Sartre y otros grandes “Pablos” de la historia, mientras que “Gallinazo” era el apellido escogido para no ser un Toro, un Cuervo o un Lora más.

Sus canciones con mensaje se convirtieron en banda sonora de la juventud inconforme y de las víctimas de la iniquidad social. En ellas encontró su vocación después de haber dejado la abogacía.

A mediados de la década del 60, el cantautor se hizo popular por su composición "Boca de chicle", convertida luego en himno de la Nueva Ola por Oscar Golden. Interesado en letras menos ligeras, se convirtió en voz cantante del Nadaísmo, Desde la década del 60 hizo parte de ese movimiento poético, al que se integró luego de ganar el Premio Nadaísta de Novela con su obra “La pequeña hermana”. En 1966 se casó con Rosita Uribe López, artista plástica de esa misma corriente, que dejó el mundo por voluntad propia en 1972.

Las letras de protesta esgrimidas en las canciones del trovador, permeadas de conciencia social y mensaje, siempre constituyeron un escollo en su relación con las casas disqueras en la década del 70. Sin embargo eso no fue obstáculo para componer y llevar al disco piezas propias como "Mula revolucionaria", "Sol en el andén", "Cinco balas", "Cómo confiar en la paz", "Feliciano el triste", “Una ciudad llamada Pablus”, “Hay un niño en la calle y un diamante en un baile”, “Claro de luna”, “Le adiviné la suerte al mundo”, “Sentido de corrompido” y, por supuesto, su clásico "Una flor para mascar", que hoy cuenta con muchísimas versiones en todos los ritmos, luego de haber ganado con ella el primer lugar del Festival Internacional de la Canción en 1971, en Bogotá, puesta a participar en voz del chileno Carlos Contreras.

Para el investigador José I. Pinilla, las canciones de Gallinazo “son perlas figuradas de ironía que describen momentos de la vida de nuestros hermanos y critican el medio social colombiano llegando hasta el desprecio, pero con un acendrado e indeleble patriotismo por el pueblo marginado que es parte de sus desvelos”.

La mirada de Pablus Gallinazo ante la situación del mundo siempre ha sido de desencanto y desesperanza. Y si bien hasta hace unos años, cuando se le preguntaba por el presente de la canción social y de protesta solía decir: “los únicos que quedamos somos Piero y yo”, hoy reconoce a varios cantautores con capacidad de llevar sus banderas, entre ellos su paisano Edson Velandia y su esposa, Adriana Lizcano.

Hoy, Pablus Gallinazo disfruta de la vida en familia en su finca de retiro, Guayacán, cerca de Bucaramanga, y comparte sus días con su actual esposa, Tita Pulido, con quien coescribió "El libro de los amados". Hace unos meses, durante la más reciente edición del Festival de Cine de Cartagena, se dio a conocer el documental “Pablus Gallinazo”, del director Alberto Gómez Peña, próximamente en salas de cine.

Artículos Player