María Osorio, una arquitecta atrapada por la literatura infantil

María Osorio es la invitada de este domingo a Entre Líneas. Ella, quien estudió arquitectura y durante mucho tiempo ejerció como tal en cargos públicos, un día se encontró a sí misma embelesada viendo libros ilustrados para niños. En ese momento resucitó ese amor que siempre había tenido por los libros y empezó a trabajar con ellos.

Al principio lo hizo con Fundalectura, más del lado del diseño que de la composición y edición de textos. María confiesa que esta fue una tarea muy difícil porque en ese momento no había computadores y todo se debía hacer con reglas, plantillas y planchas. Cuenta que esos primeros años de trabajo fueron de mucho aprendizaje porque le permitieron conocer el esfuerzo qué hay detrás de cada página de un libro o una revista, no sólo por su contenido, sino también por la experiencia visual a la que invita al lector.

Ya metida en el mundo de los libros, María decide formar Babel, su propio proyecto editorial, en un momento del país en el que la edición independiente estaba agonizando: Valencia libros acababa de liquidar su importante fondo editorial. Este hecho significaba, para la naciente Babel, la advertencia del difícil campo en el que incursionaba, campo que hoy, muchos años después, afortunadamente renace con proyectos editoriales independientes de gran valía y calidad. Por supuesto Babel no arrancó con pie derecho y, por eso, María y sus compañeros de aventura decidieron empezar a explorar el mundo de la edición desde la distribución de libros en el país.

Esto los llevó, más pronto que tarde, a necesitar un espacio donde ubicar los libros que traían del extranjero y querían exponer para que librerías o fondos editoriales fueran a verlos. Así, casi espontáneamente, nació la librería Babel, ubicada en una bella casa en el barrio La Soledad, de Bogotá. Este espacio, cuenta María, desde siempre ha tenido un interés por los públicos infantiles y, por eso, tiene una bella biblioteca en la que los niños del sector pueden ir a leer o escoger libros para llevar a sus casas.

Afirma María que esa la mejor estrategia que ha encontrado, a lo largo de su experiencia, para la promoción de la lectura: dejar que los niños puedan entrar en contacto con los libros, el resto del trabajo lo hace la curiosidad espontánea que tienen.