Monteblanco, café orgullosamente de Planadas (Tolima)
Su nombre es Jenny Rodríguez, vive ‘exiliada’, a ocho horas de lo que ella llama "su tierra" y vende café. Nació en la misma vereda que vio cómo se creaba la guerrilla de las Farc. Aquella que se hizo célebre por tener que albergarlos. Pero esa era sola una cara de Planadas, donde todos fueron tildados de guerrilleros. La otra, la cara que Jenny quería vender.
Cuando se piensa en un buen café, sin duda, se piensa en Colombia. Al interior de nuestro país son cientos los municipios y regiones que le apuestan a la siembra de nuestro producto orgullo. Así se crió Jenny, en los cafetales del Tolima. En tierra húmeda y perfumada, de brillantes hojas verdes, tallos delgados y hojas blancas que le anuncian al campesino la fuerza de su cosecha. Jenny aprendió el oficio, estuvo siempre al pie de los retoños, frente a las cosechas. Descerezó el grano y lo secó. Para luego tostar, moler y servir una deliciosa taza de Café.
"Si voy a tener una tienda de café, es la mejor tienda de café, la más especializada, con las mejores máquinas, porque tengo el mejor café": Jenny Rodríguez.
Así nació uno de los sitios más reconocidos de venta de café en la capital musical de Colombia; así nació Monteblanco. El lugar antiguamente estigmatizado por haber nacido en un “pueblo guerrillero”, hoy en el corazón de Ibagué; orgullo de un municipio que se levanta, a tomar una taza de café.
